domingo, 25 de abril de 2010

AL PACINO CUMPLE 70 AÑOS


A los 70 años, el astro de Hollywood aseguró que aún es "muy joven" como para contraer enlace con la bella actriz y modelo argentina Lucila Polak.


"No lo sé. Tal vez lo haga algún día pero aún soy joven para casarme. Sí te puedo decir que debí hacerlo un par de veces... Aún hay esperanza…", aseguró el actor y director italoamericano Al Pacino en diálogo con 60 Minutes, el programa que se emite por la cadena CBS.

El actor que desde hace varios años está de novio con la bella actriz y modelo argentina Lucía Polak, celebrará hoy 70 años de vida rodeado de sus seres queridos y con mucho trabajo por delante ya que no sólo está protagonizando la serie televisiva You don’t know Jack sino que además se encuentra rodando la película Son of no one.

En el filme dirigido por Dito Montiel, Pacino encarna a un detective que caza criminales y en el mismo comparte créditos con Ray Liotta, Katie Holmes, Channing Tatum y Brian Gilbert mientras que en el seriado que se estrenó por la señal norteamericana HBO se pone en la piel del Doctor Jack Kevorkian.

Este drama dirigido por Barry Levinson, en el que también actúan Susan Sarandon, John Goodman, Danny Huston y Eric Lange, narra la vida del famoso "Doctor muerte", quien en 2007 salió de prisión luego de purgar una condena de ocho años por confesar que entre 1990 y 1998 ayudó a morir al menos a ciento treinta personas con enfermedades incurables.

En su extensa carrera, el artista neoyorquino protagonizó películas tales como Ocean's Thirteen, 88 minutes, The Merchant of Venice, Insomnia y la trilogía mafiosa The Godfather, entre otras, mientras que en la pantalla chica intervino en las ficciones N.Y.P.D., The Godfather: A Novel for Television y Angels in América.

EL PERÚ Y LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


El Suplemento EL DOMINICAL del Diario EL COMERCIO publica una entrevista a Juan Velit Granda, sobre la participación del Perú durante la Segunda Guerra Mundial. Velit, versado analista internacional, lamenta que las nuevas generaciones conozcan la Historia a través de Hollywoood y no de los libros.

Por: Jorge Paredes

Si bien la Segunda Guerra Mundial se desarrolló mayormente en Europa, ¿cuál fue la participación de América Latina y el Perú?

El Perú, aunque no llegó a enviar tropas como lo hicieron México y Brasil, tuvo una destacada actuación en la Segunda Guerra Mundial. Primero, pone a disposición de los aliados muchos minerales y alimentos, como la papa. Después, la quinina peruana fue clave en la campaña del Pacífico para combatir la malaria que había diezmado a las tropas norteamericanas en su lucha con los japoneses. Al Perú se le encargó, además, la custodia de esta parte del Pacífico, que representaba un punto estratégico para la causa aliada. Incluso los estadounidenses llegaron a capturar un submarino japonés y descubrieron que había planes para sabotear territorio peruano.

A pesar de la crisis que produjo la guerra, el Perú se fortaleció con la venta de materias primas y se dice que el presidente Manuel Prado salió favorecido.

Algunos productos peruanos subieron, como el algodón, que en ese entonces se usaba mucho para la pólvora. Y, claro, Prado fue el único presidente latinoamericano que fue invitado a Estados Unidos durante la guerra. El Perú salió fortalecido, además, porque otros países como Argentina, Chile o Ecuador eran sospechosos para los aliados, pues los veían como colaboracionistas del eje.

PERUANOS EN ACCIÓN

A pesar de que no hubo tropas peruanas en la guerra, sí hubo casos aislados de peruanos en el conflicto…

Está el caso conocido del embajador del Perú en Tokio Enrique Rivera Schreiber, quien escuchó casualmente a funcionarios japoneses comentar sobre un ataque a una base norteamericana en el Pacífico. Él comunicó esto inmediatamente al embajador norteamericano, pero su advertencia no fue tomada en cuenta. Después pasó lo que todos sabemos: Japón atacó Pearl Harbor. Y luego está el joven George Sanjinez Lenz, quien era un preparador de caballos en el hipódromo de San Felipe, y en 1942 viajó a Europa y se hizo amigo de exiliados belgas. Combatió con ellos en Normandía y tuvo tan destacada actuación que el Gobierno Belga lo nombró Caballero del Rey Leopoldo III.

Sin embargo, la historia más sorprendente es la de la enigmática Elvira Chaudoir…

Se ha podido saber más de ella gracias a la desclasificación de documentos de la inteligencia inglesa. Esta señorita era hija de un diplomático peruano, era una joven muy bella, de 18 o 19 años, con grandes dotes para desplazarse en la alta sociedad y el mundo diplomático. Su padre era diplomático del gobierno de Prado en Vichi (la Francia ocupada por los nazis), y cuando es retirado a pedido del Gobierno Peruano, ella se traslada a Inglaterra. Allá frecuenta los exclusivos casinos Crockford y Hamilton, y toma contacto con el coronel Claude Dansey, jefe del M-16 (el cuerpo de inteligencia inglés). Probablemente, él quedó impresionado con la peruana y la recluta como espía, le pide que vuelva a Francia y se involucre con jerarcas de la inteligencia nazi. Desde ese momento, Bronx, su nombre clave más conocido, cumplirá el peligroso papel de agente doble a favor de los aliados. En Francia se hace novia de un coronel alemán y se dedica a desinformar a los alemanes. Por ejemplo, los alerta de un inminente ataque aliado por Burdeos y consigue que los alemanes trasladen tropas a ese lugar y descuiden Normandía, esto facilitó el posterior desembarco aliado en el famoso Día D. El Gobierno Inglés la condecoró después de la guerra y le dio una pensión vitalicia. Hasta su muerte, ella vivió en Europa.

LECCIONES DE GUERRA

¿Qué lecciones debemos sacar de esta guerra?

La gente solo sabe de la guerra por Hollywood y no ha leído sobre ella. La gran lección es que no debemos ser jamás permisivos con los totalitarismos. A Hitler se le permitió actuar porque las potencias de entonces, Inglaterra y Francia, estaban más preocupadas por los bolcheviques y pensaban que el nazismo iba a ser una barrera de contención para los rusos en Europa. Winston Churchill llegó a decir “al bolchevismo hay que ahogarlo en la cuna”. Esa lección no fue aprendida porque hace poco también se fue tolerante con Serbia y todo terminó en otra cruenta guerra en los Balcanes.

EL PAÍS CON DOS PAISAJES (Escribe Alfredo Barnechea)


Alfredo Barnechea

LA MAYORÍA DE UNO - Diario Correo - 25.04.10


http://www.correoperu.com.pe/correo/columnistas.php?txtEdi_id=4&txtSecci_parent=&txtSecci_id=84&txtNota_id=337209&txtRedac_id=Barnechea

Es siempre la misma sensación. Uno viaja, y encuentra el hermoso, y antiguo, país, en movimiento. Regresa, y es esa esfera pública enrarecida, plena de escándalos. Como si fuera un país con dos paisajes: uno, de verdes forestas iluminadas por el sol, y otro, un paisaje lunar, árido y desconsolado.


En el paisaje lunar, a cada paso la grieta de un conflicto local. Casi siempre ligado a un recurso del subsuelo -mineral, hidrocarburo, agua-, o alguna construcción -carretera, o hidroeléctrica-. Es decir, cosas que aumentarían el capital físico del país.

Pero alguien se opone ¿Quiénes? ¿En nombre de qué? ¿Qué representan esos conflictos? De alguna manera, la democracia es la organización de los conflictos en torno al reparto económico. En las sociedades desarrolladas, es la división de los partidos en el Parlamento en torno a la discusión del presupuesto, que no es sino cómo se divide la "torta" de una nación. Donde la política no está desarrollada, ese conflicto se da en la calle.

Sobre todo en los países con recursos naturales ¿Cómo distribuimos la "renta natural"? ¿Qué le toca a cada parte? Detrás de cada conflicto, este es el problema.

Hay dos maneras de responder al problema (si puede llamarse problema a eso) de las riquezas naturales. Una es seguir el camino de los países africanos: Nigeria o Zaire están entre los países más ricos del mundo, pero producen Mobutu. La otra es Noruega, que tiene hoy el segundo fondo soberano más próspero del mundo. Chile quiere imitar el modelo noruego ¿Cuál vamos a seguir en el Perú? Esos conflictos los mueven minorías, pero minorías organizadas. Las mayorías están "sub-representadas", o "des-representadas" si puede usarse la expresión ¿Por qué? Entre otras cosas porque no hay partidos nacionales, que "crucen" el territorio, y comuniquen las demandas locales a las instancias centrales. No hay "correas de transmisión". Y no hay Estado. Ya no hay ni prefectos, palabra que venía del imperio romano -y del latín: praefectus, "estar delante de".

Ese vacío de Estado y partidos, lo llena la "sociedad civil", las ONGs. Partidos sin votantes. Sin representación. "No representamos gentes", parecen decir, "pero representamos valores".

Y esos valores -la santidad de la naturaleza, los derechos humanos- son "universales". Tienen atractivo en los países ricos, de donde viene el financiamiento y la publicidad. James Cameron, el director de Avatar, viaja al Brasil para oponerse a una hidroeléctrica. Nadie le pregunta quién le prende las luces la noche del Oscar.

Aparte del dinero, y los medios ¿por qué las minorías "vociferantes" logran tener frecuentemente éxito? Porque no hay quién "intermedie" los conflictos. No hay partidos. Es una consecuencia adicional de la crisis de la política.

En las elecciones de octubre, volveremos a ver que ganan los frentes regionales, sin conexión con un partido "nacional", y sin conexión además entre ellos mismos. Pero con riqueza natural en las manos, y crecientes recursos públicos.

El único partido "nacional" es el APRA, pero está perdiendo la oportunidad de transformarse en un partido moderno, aprovechando su riquísima historia, en la línea de lo que hizo Felipe González con el PSOE español, y está limitándose a ser una máquina electoral.

El Perú no tiene hoy un problema económico. Por el contrario, China y la India, donde están 4 de cada 10 habitantes del planeta, le da una "ventana de oportunidad" prolongada para "saltar" al desarrollo.

El problema es político. El Estado no funciona bien, la democracia está desacreditada por los escándalos, y hay una brecha de gobierno entre "centro" y "periferia", entre gobierno central y gobiernos regionales y locales.

Por supuesto, esta crisis de la política es mundial. Desde la caída del Muro de Berlín, no hay "utopías", "cuentos" globales, reconfortantes, que contarle a los ciudadanos. Sólo "gestión", buena, regular o mala. Y casi ningún líder mundial, con la excepción de Mandela, tiene la talla de los grandes líderes de antaño. Tony Judt, uno de los grandes ensayistas contemporáneos, ahora postrado con la enfermedad de Lou Gherig, ha escrito en su último libro, Ill Fares The Land: "políticamente, la nuestra es una edad de los pigmeos".

¿Cómo remediar este "déficit democrático"? Cuando una sociedad está fragmentada (y todos los indicios es que la peruana es hoy una sociedad "móvil", en tránsito, con sectores sociales "porosos", no "encuadrada" en ninguna representación política), la respuesta ha sido siempre: o "bonapartismos" para imponer cierto orden, dirección, o, en democracia, construir coaliciones. Viajando intensamente por el Perú este último año, me he preguntado si las regiones pueden servir como la base para una coalición. Porque, ¿cómo acercamos los dos países? ¿Cómo domeñamos el árido y crepuscular paisaje lunar, y potenciamos, "al norte del futuro", el otro paisaje, de grandes horizontes, el nuevo país de grandes clases medias y provincias en crecimiento? Hablamos ya del Bicentenario de la República, pero acaso por primera vez de verdad, en todos estos doscientos años, es ahora cuando tenemos el futuro en las manos.

NIGHT TRAIN, EL NUEVO EP DE KEANE (EL PAÍS, España)


Por Manuel Cuellar.-

http://www.elpais.com/articulo/cultura/diario/musical/Keane/elpepuculmus/20100422elpepucul_12/Tes

Asombraron a la música pop con su primer disco, Hopes and Fears. ¿Cómo era posible que tres pueblerinos británicos se atrevieran a hacer un disco sin utilizar una sola guitarra? La prensa los bautizó como los sin guitarras y ese trabajo los puso en el punto de mira de miles de melómanos. Su siguiente entrega fue recibida por la crítica como quien espera merendarse a unos pardillos. Se sacaron de la manga otro Lp sin guitarras: Under the iron sea. Una colección de canciones mucho más oscura que gustó a los fans, pero tuvo que sufrió la disección de la crítica.

Como si hubieran recogido los consejos llegó Perfect Symmetry, su tercer trabajo, en el que homenajeaban (pese a no reconocerlo del todo) a Bowie e incluían el instrumento de seis cuerdas. Su ascenso fue meteórico. Los entendidos los tacharon de ñoños casi a la vez que el cantante, Tom Chaplin, reconocía su adicción a la cocaína y cancelaban casi al completo su gira americana.


Durante esos viajes, los tres integrantes de Keane compusieron y grabaron. El resultado es su nuevo testimonio. Un EP, se niegan a llamarlo álbum, que parieron entre ciudad y ciudad a bordo de furgonetas, aviones y trenes (su medio de transporte favorito), de ahí el título: Night train (tren nocturno). Tim Rice-Oxley, compositor, pianista y alma del grupo cuenta, por primera vez a un medio español, los secretos de este nuevo disco y las trampas del negocio musical.

Pregunta. Es bastante raro este nuevo trabajo, ¿no?

Respuesta. Este EP es muy variado, y con varios estilos. Hay un par de temas con una clara influencia de hip hop. Empezando por el single, Stop for a minute, en el que contamos con la colaboración de K'naan (reputado rapero canadiense). Es un trabajo en el que también mezclamos influencias africanas junto al pop de siempre. Este disco supone algo así como una experimentación y un paso adelante del sonido Keane.

P. ¿Qué querían transmitir?

R. Es una colección de canciones que se grabó durante la última gira. Se compusieron en la carretera, tal vez por eso nos hemos quedado en un EP. La gira de Perfect Simmetry fue en cierto modo caótica y eso nos permitió lanzarnos a lo experimental a las sensaciones de diferentes países. Resultó algo compulsivo, es más un documental de lo que estábamos viviendo durante aquellos viajes y conciertos y por eso no podríamos decir que se trate de un trabajo realizado como un álbum en sentido estricto.

P. ¿Siguen ustedes tras la carrera para llegar a la cima de la música pop-rock?

R. Me siento muy orgulloso de lo que hemos conseguido como banda. Creo que ya somos un grupo respetado. Me gusta haber llegado a este punto en el que ya podemos estar relajados y no saber muy bien lo que haremos en nuestra siguiente entrega. Estoy muy contento de que el público simplemente espere nuestro siguiente movimiento. Me gusta que hayamos hecho una banda grande, pero prefiero pensar en ser los mejores más que en ser los más grandes.

P. ¿Compensa todo ese trabajo?

R. (Una larguísima pausa). Sí... Sí.

P. ¿Pero no están ustedes cansados?

R. (Con una risa socarrona). Bueno, a veces sí notas mucho el cansancio, pero ¿cómo vas a rechazar la inmensa suerte que has tenido de llegar a cumplir un sueño? Muchas veces se te hace insoportable trabajar tan duro, pero por otro lado es impresionante poder vivir de hacer e interpretar canciones.

P. ¿Cómo vivieron la confesión de Tom Chaplin (cantante) de ser adicto a las drogas?

R. Desde luego fue un momento muy duro. Pero lo más importante fue el reconocimiento, darnos cuenta de que a veces podemos ser muy frágiles. Pero los tres nos queremos muchísimo y aquello fue lo más importante para Tom, para que pudiéramos seguir adelante.

P. ¿Qué originó la enfermedad de Tom?

R. Desde luego que la enfermedad de Tom tiene un culpable muy claro: el negocio del espectáculo. Es cierto que te introduces en una espiral en la que no quieres perderte nada, en la que todo se acelera muchísimo y es el propio negocio el que te lleva a entrar en el torbellino. Es mucho estrés y mucha presión la que hay que soportar y es muy complicado adaptarse rápidamente lo que te viene encima. A veces es como si tuvieras que sobrevivir. Sí, es un precio que, a veces, hay que pagar.

P. Insisto, su nueva entrega es rara.

R. Es una inspiración basada en el hecho de viajar, de descubrir nuevos lugares y conocer a gente nueva. Además hemos llegado a la conclusión de que tener un bajista y seguir contando con guitarras ofrece un sonido mucho más orgánico a nuestro trabajo.

P. ¿Cómo ven la crisis musical presuntamente generada por Internet?

R. Es algo complicado. Desde luego la red es un instrumento alucinante para que la gente pueda llegar a tu trabajo, para que sepan lo que haces, pero por otra parte también se pierde mercado. La cuestión es que ahora es necesario ser una banda de directo y ser capaz de ofrecer tu trabajo en directo. El hecho es que cuanta más gente conozca tu trabajo, más gente te irá a ver en directo. Creo que la web en lo que incide es en que las bandas tengamos que ser mucho mejores encima del escenario.

'Night train' saldrá a la venta el próximo 11 de mayo.

MIGUEL RÍOS: LA ÚLTIMA VUELTA AL RUEDO (EL PAÍS de España)


Los seguidores de Charly García (estamos incluídos) nos perdonarán pero creemos que el verdadero "padre del rock n´roll" -no solo por su antigüedad en el negocio sino por el respeto a las fuentes seminales y su influencia en el devenir rockero castellano- es Miguel Ríos.
Ríos -nativo de Granada, España- anuncia su gira mundial de despedida hoy en EL PAÍS Semanal; evento que de llegar a Lima sería respaldado por sus miles de seguidores, quienes guardamos un gratísimo recuerdo de su visita en 1998 y su espectacular concierto en el auditorio del Hotel María Angola en Miraflores. 

Por Ángel Harguindey

http://www.elpais.com/articulo/portada/Miguel/Rios/ultima/vuelta/ruedo/elpepusoceps/20100425elpepspor_13/Tes

En 1962, nuestro protagonista tenía 17 años y acababa de grabar su primer disco a cambio de 3.000 pesetas (18 euros). La discográfica, en un alarde de elemental imaginación, decidió etiquetarlo como "el Rey del Twist", el ritmo de moda. El gijonés señor Pendás le contrató por 10 días para su sala de fiestas arropado por la orquesta del local. Tras la primera actuación, el encargado de la sala le dijo que no había cumplido lo acordado porque no sabía bailar bien el twist, a lo que el cantante le contestó que ni sabía lo que era el twist. No le despidieron porque les gustó cómo cantaba, pero le obligaron a ensayar todas las tardes el baile de moda. A raíz de aquello decidió aprender de verdad el oficio, ser un profesional de un gremio en el que, pese a la mala fama, había buena gente en todas partes.
Eran los años de lo que se vino en llamar la década prodigiosa, con Londres a la cabeza. España, naturalmente, era diferente. El prodigio nacional no era otro que sobrevivir en un régimen dictatorial que hacía poco empezaba a lavarse un poco la cara con la entrada del Opus Dei en el Gobierno y el plan económico de estabilización abanderado por Alberto Ullastres. En Granada había comenzado su andadura musical un joven cantante. Ahora, medio siglo más tarde, aquel joven ha iniciado una larga gira de despedida de los grandes conciertos. Se llama Miguel Ríos y esta es parte de su historia.

Pronto se van a cumplir 50 años desde que en 1960, acompañado de un grupo de amigos, se presentó al concurso 'Cenicienta 60' de Radio Granada interpretando 'La plaga', una versión de la versión que hicieron Los Teen Tops del tema de Little Richard 'Good golly Miss Molly', y ganó. Son muchos años y mucha historia. ¿Qué recuerdos tiene de aquel tiempo, aquella edad suya y aquel país?

Quizá lo que recuerdo con más precisión sea la tienda de discos de los Almacenes Olmedo en la que entré de aprendiz cuando dejé el colegio al finalizar la primaria. Ese primer trabajo contribuyó a cambiar mi vida. Hasta entonces, la única música moderna que escuchaba era en el juke box de los Billares Ganivet o en los guateques que ocasionalmente organizaba un amigo con posibles. Pero en la tienda tuve la oportunidad de escuchar desde el Hound dog de Elvis hasta el Marcianita de Billy Cafaro, pasando por los Teen Tops, Bobby Darin, Los Platers, Cliff Richard y los Shadows, Ricky Nelson? Un batiburrillo de músicas que difícilmente se podían escuchar en la radio de Granada, donde triunfaba Juanito Valderrama y Su primera comunión o Mi ovejita lucera en la sección de discos dedicados. Aunque también se podía oír en la radio de aquellos días al Dúo Dinámico, a Los Cinco Latinos, a Nat King Cole o a Paul Anka, pero tener los discos en mis manos, aunque no fueran míos, tenía su punto. Eran los embajadores de la modernidad. Objetos que me decían, sin que yo lo supiera, que había otros mundos donde esa era la música con la que la gente se emocionaba, se enamoraba o, simplemente, se divertía.

Hablamos de sus 16 años en un país aislado?

No fueron muy divertidos mis 16 años en la grisura luminosa del Sur. Sólo el cine, si la película era autorizada, ofrecía algún escape. La cartelera estaba llena de películas calificadas para "mayores con reparos" que, con la libido enfebrecida de la pubertad, me dejaban enganchado en el generoso escote que Sara Montiel exhibía en la cartelera de La violetera o con el plano de Kim Novak subiendo al campanario en Vértigo. Todavía recuerdo la estrategia de codos en punta que las niñas practicaban cuando sonaban las canciones lentas en el guateque y los paseos por la Carrera de la Virgen buscando la mirada furtiva y femenina que te anunciara un gramo de interés. Pero ná. Menos mal que estaban los amigos, los del barrio y los de la tienda, con los que podías reírte un poco de las miserias del domingo por la tarde, en esa ciudad agobiante, fría y provinciana que era Granada en los inviernos. Del país no se tenían noticias, por lo menos yo. Era algo remoto y ajeno. El aislamiento era tal, que presentías que existía el exterior porque venían turistas a ver la Alhambra y de alguna parte tenían que venir, pero eran tan extranjeros, tan pintorescos a nuestra realidad como el monumento que venían a visitar. También recuerdo el sabor del tabaco rubio americano, así lo voceaban los vendedores de los puestos de pipas. Yo fumaba Old Gold a granel y a escondidas.

Granada tiene fama por muchas cosas, entre otras por su 'mala follá'. Usted ha vuelto a su ciudad de origen e inicia su última gran gira. ¿Qué sensaciones ha sentido en su regreso a sus raíces?, ¿hay muchas diferencias entre la Granada de su pubertad y la de ahora? Si antes los extranjeros eran pintorescos, ahora todas las ciudades son multirraciales?

Nunca perdí el contacto con Granada y la he visto crecer en los esporádicos viajes que hacía para visitar a mi madre. Casi todos los sitios con los que me relacioné en mi infancia ya no existen. Ni la escuela donde estudié, ni la tienda donde trabajé. Sólo la casa donde nací, en el Cercado Bajo de Cartuja, sigue en pie. Tampoco perdí el contacto emocional con mi tierra, a la que he intentado cantar en diferentes épocas de mi carrera, haciéndole canciones que eran parte de mi biografía. He mantenido una relación bastante amorosa con ella, lo que no me impide reconocer sus carencias. Recuerdo que la especulación de los años sesenta se cebó con la ciudad: la falta de visión de una política urbana racional y el abandono de los barrios históricos y emblemáticos casi se la cargan y ya no pudimos ser Florencia. La Granada de mi juventud era una ciudad narcotizada por la belleza y congelada en las tradiciones, de la que había que huir si querías hacer algo nuevo. Ahora, medio siglo después, esa belleza patrimonial persiste y las perspectivas culturales de las ciudades medias han crecido. Las infraestructuras locales permiten una oferta rica y variada. La ciudad tiene grandes artistas de renombre que ya no tienen que abandonar su tierra para desarrollar su trabajo. Pero a pesar de que mi conocimiento de la realidad local es incompleto por el tiempo que he vivido fuera, creo que el problema secular, la asignatura pendiente de los granadinos, es la política: Granada se encuentra en los últimos puestos del ranking de la renta per cápita nacional, y la sociedad civil no consigue generar una masa crítica que ayude a cambiar las cosas. Claro que si empleáramos esa fina ironía que es la mala follá en defender nuestros intereses, y no en joder a los amigos, otro gallo nos cantaría.

Deja su Granada juvenil y llega a Madrid. Miguel es Mike y comienza sus actuaciones matinales en el Price, el Tuna's Club, Imperator. Tiempos de minifalda y peinados B'52, y así hasta el 'Himno a la alegría', un pelotazo cuantificado: más de siete millones de discos vendidos con la música de Beethoven. ¿Cómo fue todo aquello?

Pues sí, el primer mal trago, después del que me produjo el acojonamiento de verme solo en una ciudad tan grande, tan libre comparada con la mía, fue el cambio de nombre. Lo de Mike me pilló por sorpresa. Los de discos Phillips ni me lo consultaron, y cuando protesté tímidamente me contestaron que era lo que se llevaba. Me pusieron el ejemplo de Johnny Hallyday, que era francés, y yo argumentaba que París no era Granada, que se reirían de mí, que en mi tierra mi'que era la forma popular de decir mira que, que después, invariablemente, le seguía la palabra pollas y que, por tanto, yo sería llamado Mike Pollas, y así fue durante un tiempo, hasta que me lo quité. Al principio todo fue trampear a lo Carpanta, y lo del Price un espejismo. Quince matinés sin futuro, porque los biempensantes no bailaban rock, y un par de artículos de prensa bastaron para que se esfumara el sueño sin una pequeña queja. Eran tiempos sórdidos y peligrosos, y las pensiones impregnaban la vida con el degradante olor a repollo. La ayuda de algún familiar y la mesa familiar de alguno de mis nuevos amigos contribuyeron a que no tirara la toalla. La Tuna y el Imperator, y más tarde El Embarcadero, Consulado y otros clubes, fueron la tabla de salvación, el pan nuestro de cada día, el primer apartamento, el aprendizaje sin tregua. La única pega es que no hacía rock and roll. Tocaba con músicos de partitura a equipo puesto y el repertorio en los clubes y en los discos se dulcificó, pero estaba aprendiendo el oficio. Tenía 20 años, vivía solo en un apartamento en la capital, venía de una ciudad en la que en los servicios de los Billares Ganivet alguien había escrito: "En Granada, follar no es un pecado, es un milagro". Así que cualquier roce, escarceo, tocamiento o, incluso, faena amorosa completa para mí era una bendición. No sucedía tanto como uno habría querido, pero aquellos clubes eran de los pocos sitios donde la juventud podía relacionarse lejos de la mirada de la represión religiosa, eso sí, sólo hasta las diez. Mi nombre fue creciendo, hice dos películas lo bastante malas como para que se me quitaran las ganas de hacer carrera en el cine, cambié de compañía de discos, aprendí a escribir canciones y, aunque con altibajos, llegó el momento de la fama nacional con El río y Vuelvo a Granada, editadas en Hispavox. Lo del Himno merece respuesta aparte.

Pues hábleme de ello y de cómo un joven de Granada consigue asimilar un éxito internacional de tales características sin perder la cabeza.

La verdad es que no he sido muy engreído. Siempre he tenido como referentes tipos que cantaban mejor que yo: Ray Charles, Elvis, Van Morrison Además, mi aprendizaje, versionar en castellano -un idioma hostil para el rock hasta que aprendí a domeñarlo los temas de los mejores rockeros del mundo supuso una cura de humildad que me ha durado hasta hoy. Debo admitir que el Himno no se me subió a la cabeza, pero sí al bolsillo. Por primera vez recibí algún cheque de más de seis ceros, y eso, con 25 años, me dio una seguridad y un estatus que me han acompañado hasta hoy.

¿Cuál cree que fue la clave del éxito?

El disco empezó a venderse en Holanda y en algunos países de Europa, pero lo que lo hizo un éxito planetario fue que entrara en el top ten de Estados Unidos. El viaje a América para recoger el disco de oro resultó alucinante. Fue en 1970. Estaba estancado en Japón, en la Expo de Osaka, donde había ido a grabar un programa de TVE con Valerio Lazarov. Mientras esperaba que pasara el monzón para poder grabar mis cuatro canciones llegó un cablegrama de Hispavox donde se me decía que el Himno había entrado en el puesto 49 en la lista del Billboard, una entrada inusualmente fuerte para un artista nuevo y no sajón, y que quizá tendría que ir de promoción. Y así fue. Cuando aterricé en Los Ángeles, el disco estaba en el número 9 y subiendo. La compañía A&M Records me dio una bienvenida de estrella y un curro de esclavo. Viví un torbellino de cinco días en los que visité cinco ciudades, además de LA, Vancouver, Cagliari, Toronto y Montreal en Canadá, para finalizar en Nueva York. En esos largos días con sus cortas noches tuve tiempo de asistir a cinco meetings con los medios para fotografiarme con mi disco de oro, conceder muchas entrevistas con mi deficiente inglés, tomar cinco vuelos de varias horas, dormir en hoteles increíbles para alguien que nunca había sido una estrella, subir al Empire State Building, por entonces techo del mundo, en un elevador vip, montar en limusinas kilométricas, fumarme algunos canutos de la famosa Acapulco Gold y hasta intimar con una auténtica californian beach girl en mi única noche en Los Ángeles. De Manhattan me empaquetaron para Londres, donde hice el famoso Top of the pops, y cuando llegué a mi casa en Madrid, tres semanas después de salir para Osaka, me sentía como si hubiera pasado mucho más tiempo. Viajé solo, sin nadie de Hispavox. Algo impensable en el star system de hoy, pero tuve una inmersión de oro en la cultura de un país que había admirado desde siempre.

Sólo por la Acapulco Gold y la 'californian beach girl' ya mereció la pena el esfuerzo. De la chica de la playa no vamos a hablar, pero me gustaría que me contara algo de aquel incidente de los canutos que le llevó a dar con sus huesos en el hospital de la cárcel de Carabanchel. Es más que seguro que los menores de 35 años, los que hace que murió el dictador Franco, no sean conscientes de lo que era la vida cotidiana en este país.

Es difícil imaginar desde la perspectiva de hoy, desde la libertad democrática, lo duro que era vivir, escribir canciones, actuar, en ese Estado policial. La censura estaba tan instalada en nuestras vidas que escribíamos los temas en clave para iniciados o correligionarios que entendían ese metalenguaje. No hacía falta tener una militancia política para convertirte en indeseable para el sistema. El simple hecho de no encajar en sus estrechos cánones éticos o estéticos podía causarte problemas. El miedo estaba instalado en nuestras vidas. A pesar de ello, alguna gente joven abrazamos las peligrosas aficiones que nos brindaba la contracultura: el rock, el sexo y las drogas? En los Conciertos de rock y amor, grabados en directo en marzo de 1972, vertía, solapadamente, alguna de estas ideas de libertad existencial muy jaleadas por un público enfebrecido. Para frenar tanto desenfreno, la Brigada de Estupefacientes empezó a detener a algunos músicos y la madeja se fue liando hasta llegar a mí. Lo pasé mal en la Dirección General de Seguridad. La policía tenía métodos muy persuasivos para hacerte sentir culpable y pruebas muy evidentes de que sabían todo sobre mis usos y costumbres. Esas 78 horas de interrogatorios en los sótanos de la DGS, sin posibilidad de tener un abogado, se convirtieron en el episodio más amargo de mi vida y en la única vez que no estuve a la altura de mis expectativas. Pasé cinco minutos ante el juez que me empapeló al hospital Penitenciario de la cárcel de Carabanchel, en virtud de la franquista Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social, que le permitía tenerme encerrado hasta la cura de mi adicción. Después de comprobar que el escarmiento había tenido el eco pretendido, me soltaron a los 27 días.

Después llegará el momento cenital de su carrera española: 'Rock and Ríos', 'El rock de una noche de verano', éxitos de ventas discográficas, giras con conciertos multitudinarios, estadios abarrotados, 'Bienvenidos, hijos del rock and roll'? Todo parece indicar que pocas cosas hay más impactantes que todo eso, que nada coloca más que 40.000, 60.000, 80.000 personas seducidas desde el escenario?

Creo que nada hay más dulce y adictivo para un artista que el aplauso. Es el combustible que te da la energía necesaria para aguantar en la cuerda floja las críticas malévolas, las dudas paranoicas, la insoportable levedad del éxito en un país como España, donde lo tienes que revalidar cada día. Cuando estoy en el escenario y las condiciones técnicas y físicas son las adecuadas, todo lo que no es catártico desaparece. El chute energético de oír a miles de personas cantar al unísono tu canción es tan poderoso que tengo que luchar para que la emoción no me cierre la garganta y me impida seguir cantando. Creo que deberíamos tener a alguien a nuestro lado que, como a César, nos recuerde que somos humanos, pero para eso, para mantener el equilibrio emocional, están la veteranía, los traspiés de las carreras largas y las críticas.

Fueron sus años de mayor gloria e influencia?

Mi década prodigiosa fue la comprendida entre los años 1978 y 1988, donde hice nueve elepés, seis giras, tres de ellas producidas por mí (La noche roja, El rock de una noche de verano y Rock en el ruedo) y cientos de bolos contratado por terceros; me inventé, dirigí y presenté una serie de televisión (Qué noche la de aquel año) por la que me dieron mi primer Ondas y grabé un disco (El año del cometa) con el mítico productor americano Tom Dowd en el mismísimo Estados Unidos. El punto culminante de mi popularidad, y quizá de mi creatividad, fue Rock and Ríos, que arrasó el país en un momento en que la gente quería quitarse el corsé de la dictadura, el cambio político y la libertad de la calle. Creo que ese disco, como todos lo mega-éxitos, tuvo la inquietante virtud de minimizar todo mi trabajo anterior y posterior a su aparición, pero su enorme impacto popular contribuyó a conseguir un estatus para el rock en español y el interés de la industria y la clase política por este tipo de manifestación artística. El tema Año 2000, que empezaba diciendo: "Este es el tiempo del cambio", le sirvió a las Juventudes Socialistas como lema de la campaña del 82, y Alfonso Guerra, que me había invitado a cantar en el mitin fin de campaña del paraninfo de la Complutense, me dijo en la fiesta de celebración del hotel Palace que no sabía cuántos diputados me debía, pero que gracias. Durante toda esa década y parte de la siguiente, el pop-rock fue la música hegemónica, y su influencia social fue tan evidente que hasta el gran Serrat escribió una canción llamada Cuando duerme el rock and roll, donde los demás estilos musicales se lamentan del ostracismos al que les han relegado "los caprichosos dioses de la moda". Pienso que fueron mi inquietud artística y mi condición vocal las que, tiempo después, me llevaron a cantar, entre otras experiencias únicas, con una big band o con una orquesta sinfónica, pero siento que soy deudor de la inspiración de aquellos años.

Usted ha escrito: "He recorrido las carreteras de mi vida para llegar a la patria común de un escenario. Para llegar al tajo y, al mismo tiempo, al lugar de mi recreo. A la zona agridulce de luces y sombras", y comienza una larga gira de despedida "ahora que todavía puedo mostrarme con cierta dignidad y algo de gallardía antes del deterioro al que te lleva, implacable, la edad tardía que siento presionante en el DNI, aunque todavía no en mi corazón". Es el momento de las últimas reflexiones, del balance de una vida profesional.

Como dije en una canción, "todo se lo debo al rock and roll". He vivido de acuerdo a sus postulados y he intentado ser lo más honesto posible conmigo y con la gente que me ha ayudado a vivir de mi oficio. Si miro hacia atrás, ninguno de los sacrificios que me ha exigido mi trabajo ha superado el placer que da la vocación, y puedo asegurar que entre las pocas cosas de las que me siento seguro está haber escogido el rock y su filosofía como la forma de vida más excitante de mi tiempo. Aprendí hace tiempo a no correr el riesgo de compararme con nadie porque podía salir escaldado. Pero nunca dejé de exigirme estar a la mejor altura de mis posibilidades. He trabajado para que la gente me quiera y creo que lo he conseguido. Tengo un inabarcable archivo de caras felices y de noches memorables. Estoy muy agradecido por el cariño recibido y me considero bien valorado por mis seguidores. Sé que muchos están algo mosqueados por mi decisión de dejar las giras, pero quiero que entiendan que lo hago por respeto a ellos y a mi propia historia. Cuando termine mi última vuelta al ruedo, me iré a casa con la alegría del placer cumplido. Después seguiré cantando por solidaridad con las causas que siempre he defendido, prestándole mi voz a los que no la tienen, pero más como ciudadano que como artista.

EL PODER DE LOS HONGOS ALUCINÓGENOS


Drogas psicodélicas ayudan a combatir la ansiedad, según estudio de la Universidad de Nueva York


NUEVA YORK (AP). “El mundo estaba hecho de joyas y yo me encontraba en una cúpula”, recordó. Rodeada de colores brillantes, que parecían un caleidoscopio, vio que la cúpula se abría y dejaba entrar “una luminosidad increíble, que hacía que todo se viese más hermoso”.

Así relató Nicky Edlich, de 67 años, su primera experiencia con una droga psicodélica el año pasado. Asegura que la ayudó mucho en su tratamiento para combatir la ansiedad derivada de un cáncer de ovario avanzado.

Para los investigadores, fue otra prueba de que las drogas alucinógenas podrían ayudar a los médicos a combatir condiciones como la ansiedad asociada con el cáncer y problemas de estrés postraumático.

El estudio de la Universidad de Nueva York (NYU) en que participó Edlich es uno de varios que se llevan a cabo en Estados Unidos y otros países empleando drogas como LSD, MDMA (éxtasis) y psilocibinos, el principal ingrediente de los “hongos psicodélicos”. Las investigaciones están en sus etapas preliminares.

“EL GOBIERNA NO APORTA DEMASIADO”

“Hoy hay más investigaciones psicodélicas que nunca antes en los últimos 40 años”, afirmó Rick Doblin, director ejecutivo de la Asociación Multidisciplinaria de Estudios Psicodélicos, que paga por algunos de esos estudios.

Agregó que más de 1.200 personas asistieron a una conferencia en California sobre ciencia psicodélica a mediados de abril. Las investigaciones no son sencillas, señaló, porque el gobierno no aporta demasiado y a las empresas farmacéuticas no les interese invertir en un producto que no podrán patentar.

“Sigue habiendo mucha resistencia”, dijo David Nichols, profesor de química medicinal de la Purdue University y presidente del Instituto Heffter, que apoya el estudio de la NYU. “Los hippies de los 60” y la cobertura que le dio la prensa a estas drogas “dejó un sabor amargo en el paladar del público”.

“Cuando le dices a alguien que estás tratando a una persona con psicodélicos, lo primero que piensa es en los hippies”, manifestó.

“SE INETERESÓ DE INMEDIATO”

La sala de la NYU donde tomó por primera vez la droga no tiene nada especial. En las paredes hay fotos de paisajes y de arte abstracto, una mesa con flores y una vasija con frutas junto a una ventana. Junto al sofá hay una alfombra oriental.

“La idea es crear un ambiente similar al de una sala de estar”, que lo relaje a uno, expresó el líder del estudio, Stephen Ross.

Edlich, quien tuvo que dejar de enseñar francés en una escuela privada a raíz del cáncer, apostó a las drogas psicodélicas porque le preocupaban varias reincidencias de su cáncer de ovarios y le tenía miedo a la muerte y al sufrimiento que su condición podría causarle a su familia.

“Sentía una profunda tristeza porque se me acababa la vida”, comentó. Y surgieron algunas preguntas existenciales: ¿Para qué seguir viviendo? ¿Cuál es el sentido de todo? ¿Cómo seguir adelante?

Cuando oyó hablar del estudio de la NYU, se interesó de inmediato.

NO PUEDE AUTOMEDICARSE

Es bien sabido que la psilocibina provoca intensas experiencias espirituales que duran entre cuatro y seis horas. Un estudio del 2008 indicó que 14 meses después de haber ingerido una sola dosis de la droga, la mayoría de los voluntarios sin enfermedades que participaron en el proyecto dijeron que todavía sentían el efecto y se comportaban mejor debido a la experiencia. Afirmaron asimismo que la droga había producido una de las cinco experiencias espirituales más fuertes de sus vidas.

Los expertos subrayan que uno no puede tomar psilocibina por su cuenta porque puede ser nociva y causar ansiedad y paranoia.

El estudio de la NYU trata de determinar si la droga puede complementar los nueve meses de psicoterapia que recibe cada participante. El objetivo de la terapia es que los pacientes lleven una vida mejor en el tiempo que les queda.

Durante el estudio el paciente consume drogas dos veces (psilocibina una sola vez), en el mismo salón donde recibe terapia psicológica. Edlich llevó fotos de su hijo, sus nietos y su compañero. La acompañaron dos terapeutas en los que confiaba, que estarían con ella mientras durase la experiencia.

La ceremonia se hizo siguiendo un viejo ritual, incluido el uso del cáliz y tomarse de las manos.

ME AYUDARON A COMPRENDER

Después de ingerir la pastilla, Edlich se puso a hojear un libro de arte durante una media hora, a la espera que la droga hiciese efecto. Luego se recostó en el sofá y escuchó música con audífonos, con los ojos cubiertos.

Al margen de la cúpula y los colores, Edlich tuvo otras dos experiencias relacionadas con partes de su vida, de las que no quiso hablar. “Me produjeron mucha tristeza y dolor”, expresó, pero también la ayudaron a comprender lo que realmente importa en las relaciones humanas, según cuenta.

Se sentó y habló con sus terapeutas sobre lo que experimentaba. Luego de nueve horas en el salón, se fue a su casa y escribió 30 páginas en su diario acerca de lo sucedido.

MENOS MIEDO A LA MUERTE

Edlich dice que la droga la ayudó a ver ciertas cosas importantes desde distintas perspectivas. “Me ayudó a ver lo que realmente importa y lo que me afecta y me deprime. Fue una revelación”, manifestó.

Ross dijo que las tres personas que participaron hasta ahora en el estudio dicen sentirse mejor, con menos ansiedad y menos miedo a la muerte. No se han percibido reacciones negativas de ningún tipo. La idea es estudiar en total a 32 personas.

Edlich aseguró que una sola dosis de psilocibina “me hizo ver cosas que jamás habría visto”. “Sospecho que una segunda sesión me hubiese hecho ver más cosas todavía. La haría sin pensarlo dos veces”, expresó.

martes, 20 de abril de 2010

DE NIRO ABRE LA PUERTA PARA LA SEGUNDA PARTE DE TAXI DRIVER


Puede parecer una herejía para los cinéfilos, pero la posibilidad de hacer una secuela del mítico filme Taxi driver es una posibilidad cierta.


Si hace algunos meses se informó que el director Martin Scorsese estaba pensando trabajar una continuación junto al guionista Paul Schrader, ahora el propio protagonista, Robert De Niro, confirmó la posibilidad. "He hablado con el escritor Paul Schrader y Marty (Scorsese)", le dijo De Niro a MTV News. "Hemos hablado sobre lo que le sucedería a Travis estos últimos años. Tuvimos una cosa y tratamos de resolverlo; Paul estaba tratando de llegar a algo. Y simplemente parece que no funciona", dijo De Niro.

Pese a los problemas para encontrar una historia fuerte y creíble del presente del alienado taxista Travis Bickle, De Niro dijo que el encantaría hacer una secuela del mítico filme de 1976. "Nunca se sabe lo que podría llegar. Pensé que sería interesante encontrar una manera de traer de vuelta Travis todos estos años después, quizás con algo irónico respecto de dónde se acabaría la historia, como se hizo en la primera. Todavía es posible", remató.

Una secuela de Taxi driver es una de las continuaciones que planea Scorsese de filmes suyos. Incluso en el pasado festival de Berlín se informó que el director danés Lars Von Trier le había uhecho un desafío para hacer esta secuela.

El filme estrenado en 1976 es tuvo nominada a cuatro premios Oscar, incluyendo mejor película, música original (Bernard Herrmann), actor (De Niro) y actriz secundaria (Jodie Foster).


http://www.latercera.com/

sábado, 17 de abril de 2010

BAFICI 2010: LA GRAN COMILONA (www.otros.cines.com)


El site argentino http://www.otroscines.com/ del amigo Diego Batlle desarrolla las siguientes reseñas sobre lo mejor que viene presentándose en el BAFICI.
Este es un auténtico comelitón de películas notables -y otras no tanto- que provoca ver.
Comentan las reseñas Diego Batlle, Josefina Sartora, Manuel Yañez Murillo y Javier Alcácer. 

* IMPERDIBLE: Película que hay que ver sí o sí.
* VALE LA PENA: Película que nos gustó mucho y que recomendamos con entusiasmo ver, aunque no se trate de una joya o tenga algunos elementos no del todo logrados.
* ZONA DE RIESGO: Película que nos gustó parcialmente, que tiene aspectos interesantes y logros parciales. La visión, por lo tanto, queda a criterio del lector en caso de que le interese particularmente el director o el tema.


Apertura
Secuestro y muerte, de Rafael Filippelli (2010, 95', Argentina). ZONA DE RIESGO


Clausura
Los condenados, de Isaki Lacuesta (2009, 93', España). VALE LA PENA
Vi Los condenados hace ya algunos meses y todavía no consigo ordenar, clarificar los pensamientos que despertó en mí la película. Aunque, de hecho, puede que sea este estado de suspendida interrogación lo que hable mejor de un film que aspira a ocupar la posición del moderador en el debate acerca de las heridas abiertas por los movimientos revolucionarios armados que proliferaron en los años '70 en Latinoamérica (la película se sitúa en un ambiguo territorio geográfico, aunque las referencias a la historia y política argentinas son evidentes). Moderar, organizar el intercambio de posturas sin imponer un juicio, pero tampoco ocultando empatías y procesos de identificación. Así, entre las disputas alimentadas por años de secretos y dolor -las de los viejos combatientes-, emerge una presencia luminosa: el rostro de la joven Bárbara Lennie, que en un prolongado monólogo, cerrado en primer plano, examina la difícil tarea de elaborar una visión ideológica del mundo cuando se vive en una realidad viciada por herencias dogmáticas y sangrantes. Que todo este conjunto de perspectivas, gestionadas a partir de una ficción en fuga, circule a través de miradas, rostros arrugados y gestos encriptados -todos ellos perdidos en el marco de un escenario natural salvaje-, no hace más que enriquecer el trasfondo de una película rocosa y esquiva; una suerte de elogio del interrogante. MYM


Noches Especiales
Rompecabezas, de Natalia Smirnoff (2010, 88', Argentina-Francia). VALE LA PENA
Esta opera prima que viene de competir en la Berlinale tiene un tono muy difícil de conseguir (una historia que bordea el costumbrismo y hasta cierto patetismo, pero que los elude con singular determinación y coherencia). Además, Smirnoff se muestra como una sólida narradora, una punzante y al mismo tiempo sutil observadora, una dúctil constructora de climas y de gags que nunca lucen forzados y, finalmente, como una gran directora de actores.

El film narra la historia de María del Carmen (otra notable actuación de María Onetto), una ama de casa servicial que se desvive por cumplir todas y cada una de las exigencias de su marido machista (Gabriel Goity) y de sus dos hijos que están a punto de abandonar el hogar ubicado en Turdera. Sin embargo, el espectador no tardará en percibir en los gestos y en la mirada de esta mujer cincuentona y contenida la carga de angustia y el hartazgo que siente. Su vida da un vuelco completo cuando descubre su pasión por los rompecabezas y, aún más, cuando conoce a Roberto (Arturo Goetz), un excéntrico hombre de clase alta con el que entrenará -en secreto- para participar en un torneo de la especialidad. DB

Los santos sucios, de Luis Ortega (2009, 86', Argentina). ZONA DE RIESGO
El director de Caja negra y Monobloc construye una fábula post-apocalíptica con un impresionante despliegue de efectos visuales (CGI) para una experiencia cautivante desde lo formal, pero fallida desde su construcción dramática. De todas maneras, más allá de sus problemas y hasta de sus desatinos (ciertos diálogos), se trata de un proyecto épico, casi heroico para el cine indie argentino y con indudable destino de culto. DB

Fragmentos rebelados, de David Blaustein (2009, 100', Argentina). VALE LA PENA
Luego de Cazadores de utopías y Botín de guerra, Blaustein continúa indagando en terrenos conflictivos de los años '60 y '70, en este caso con la reconstrucción de la actividad cinematográfica y política de Enrique Juárez, director de la mítica Ya es tiempo de violencia (1969) y uno de los máximos dirigentes de Montoneros (fue asesinado en 1976). Luego de muchos años, con el aval de su hermano Nemesio y de sus hijos, el director accede a materiales -muchos de ellos inéditos- filmados por Enrique como parte de su vocación militante. La película (y la época) es apasionante y los múltiples testimonios (Verbitsky, Solanas y muchos otros) son valiosos, aunque por momentos la dimensión familiar que toma el relato no alcanza el mismo interés que el análisis de la situación sociopolítica y cultural de la época. DB


Panorama
Sergio Castro San-Martín (2009, 75', Chile). VALE LA PENA
Este largometraje sirvió de tesis universitaria para su director (y ex arquitecto) Sergio Castro San-Martín. Una madre y su hijo viajan al norte en busca del ex marido/padre al que no han visto desde hace años. Historia de climas, de pequeñas observaciones y de pasajes no exentos de lirismo, fue la merecida ganadora de la competencia chilena del SANFIC 2009. DB

Navidad, de Sebastián Lelio (2009, 104', Chile). VALE LA PENA
Este segundo film de Sebastián Lelio (un mendocino de 35 años radicado en Santiago de Chile, antes conocido como Sebastián Campos y director de la elogiada La sagrada familia) presentó en la Quincena de Realizadores de Cannes esta historia sobre las vivencias afectivas de los adolescentes y jóvenes de la generación post-Pinochet; es decir, de aquellos que no alcanzaron a sufrir en carne propia como sus padres la tragedia de la dictadura, pero que sí viven en un estado de descontención y confusión que les complica la toma de decisiones trascendentes. Manuela Martelli (vista en Como un avión estrellado, de Ezequiel Acuña) y Diego Ruiz interpretan a una pareja de 18 años que descubre a una chica de 15 (Alicia Rodríguez) tirada luego de haber sufrido una crisis diabética. El film se concentra luego en las experiencias íntimas que esos tres personajes viven durante todo un día (y una noche) en una cabaña aislada. Navidad arranca con alguna indecisión, pero va creciendo en tensión y cierra con un par de secuencias muy intensas, arriesgadas y logradas, confirmando a Lelio como un talento a seguir. DB

Agua fría de mar, de Paz Fábrega (2009, 83', Costa Rica-Francia). VALE LA PENA
Fábrega -nacida en 1979 y formada en Londres- narra con extrema sutileza las consecuencias de un comentario que hace una niña a una joven que visita la ciudad costera de San José. Una de las tres ganadoras del Tiger Award, máximo galardón de la competencia oficial del reciente Festival de Rotterdam. JA

Weekend, de Joaquín Mora (2009, 85', Chile). VALE LA PENA
Tras pelearse de manera violenta con su novio, Francisca se va con Pato, un viejo amigo chef, a una casa de vereaneo ubicada en un paradisíaco enclave marítimo. En el camino, levantarán a Sofía, una mochilera que viaja a dedo, que se les unirá en el viaje y que mantendrá un romance con el protagonista. En su promisoria opera prima, Mora hace gala de una gran sensibilidad, de una solidez narrativa y de una buena dirección de actores para un film encantador, con dosis exactas de drama y humor. DB

Norteado, de Rigoberto Perezcano (2009, 94', México-España). VALE LA PENA
Esta película es más valiosa por lo que no es (no es pintoresquista, no es demagógica, no es obvia, no es subrayada) que por lo que es: otra aproximación a la zona de Tijuana y a los mexicanos que intentan cruzar al otro lado en busca del sueño americano. Andrés es un hombre de Oaxaca (casado y con dos hijos) que trata de ingresar solo y de forma ilegal a los Estados Unidos. Mientras va fallando en los sucesivos intentos y es regresado una y otra vez al lado mexicano, consigue precarios, duros, efímeros y mal pagos trabajos. En ese "mientras tanto" también conoce a dos mujeres (una veterana y una joven) con las que mantendrá leves romances. Ganadora de múltiples galardones en festivales como los de San Sebastián, Rotterdam y Tesalónica, se trata de una producción atendible también desde su consistente construcción formal, con una cámara en mano que no luce invasiva ni caprichosa y una búsqueda documentalista que permite sentir el clima de la zona. DB

Celda 211, de Daniel Monzón (2009, 110', España-Francia). ZONA DE RIESGO
Este drama carcelario -que fue el grán éxito comercial del cine español de 2009 y arrasó en la última entrega de los premios Goya- tiene un guión sólido (por momentos, de manual) y una narración que logra sostener la tensión (aunque por momentos, de forma abrumadora). Un motín en un penal, enfrentamientos internos, rehenes, infiltrados, diferencias entre las autoridades respecto de cómo negociar (o reprimir) y poco más. Un aceptable exponente de género, pero dentro de este subgénero hubiese sigo mucho mejor elegir la notable Un profeta. DB

Todo, en fin, el silencio lo ocupaba, de Nicolás Pereda (2010, 61', México- Canadá). VALE LA PENA
Esta película de Pereda (quien también presenta Juntos en el festival) es una obra hipnótica, realizada en base al recitado de los poemas de Sor Juana Inés de la Cruz por la actriz Jesusa Rodríguez en solitario, postrada y en tinieblas. El film tiene un excepcional trabajo con la luz -o mejor dicho, con la oscuridad- al tiempo que da una vuelta de tuerca sobre el meta-film, o el proceso de producción del mismo. Una película sumamente intelectual, no apta para desprevenidos. JS

The Girl, de Fredrik Edfeldt (2009, 95', Suecia). VALE LA PENA
En cada Festival hay algunos temas recurrentes, y en éste parecen serlo los niños y las religiosas. La chica del título queda sola en su casa en medio del campo. A los 9 años, esa soledad va tornándose amenazante, morbosa, angustiante, e incluso ominosa. Con pocas palabras y con una situación mínima, se logra una de las películas de mayor suspenso de este BAFICI. Aunque el final no está a la altura del resto, el relato de esa experiencia traumática resulta una interesante metáfora de las dificultades en la iniciación a la madurez. Y, si se encuentra alguna familiaridad con la protagonista, basta saber que está fotografiada por quien supo mostrar lo mejor de los personajes de Criatura de la noche. JS

Velódromo, de Alberto Fuguet (2010, 111', Chile). ZONA DE RIESGO
Adorado por los cinéfilos y por los inicados en el circuito literario de ambos lados de Los Andes, este escritor chileno regresa al largometraje con una película indie, de muy bajo presupuesto (y acabado técnico), pero mucha libertad, que tiene mejores ideas ¿literarias? que cinematográficas. A partir de un relato en off ingenioso y quizás demasiado elaborado, empezamos a conocer al antihéroe de esta película: un diseñador gráfico que, tras pelearse con su novia y su mejor amigo, se dedica de lleno a sus dos grandes pasiones: andar en bicicleta y ver en su computadora películas bajadas de Internet. Conoce a otros "perdedores" como él, pasea por la ciudad y así sigue la cosa. Hay algunos buenos momentos y varios otros prescindibles. De todas formas, tiene destino de culto, al menos entre los fieles seguidores de Fuguet. DB

Trayectorias
36 vues du Pic Saint Loup, de Jacques Rivette (2009, 84', Francia-Italia). VALE LA PENA
Una película menor dentro de la filmografía del mítico director francés, pero de innegable encanto. El film sitúa su acción alrededor de una compañía de circo clásico (un anti-Cirque du Soleil) que ofrece su última gira, tras la muerte del fundador. En este contexto se produce el encuentro entre un misterioso hombre italiano que afirma no residir en ninguna parte (Sergio Castellitto) y una mujer que regresa a la compañía tras quince años alejada de las pistas de circo (la mítica Jane Birkin). Aquí, como en tantas otras obras de Rivette, el protagonista son tanto los hombres y mujeres de la función como el propio escenario. La dialéctica entre la realidad y la representación queda plasmada en la continua apelación al espectáculo circense y teatral, a la evocación (hablada) de la memoria. Sobre esta realidad, encriptada por un viejo y “estúpido accidente”, se desarrollará una trama sobre el cortejo romántico y la superación del trauma, algo más esquemática de lo que suele ser habitual en Rivette, seguramente debido a la sorprendentemente corta duración del film (84 minutos). Por su parte, las funciones de circo, con todo aquello que las rodea (el previo, el post, entre bambalinas…), irán tejiendo una trama autorreflexiva sobre la complejidad oculta tras el arte más aparentemente rudimentario y artesanal. 36 vues... vibra al son de la declamación, la pantomima y el gesto ritualizado, construyendo un relato crepuscular y espectral, en el que los vivos les hablan a los muertos (en el cementerio o en el escenario) para liberarse de sus pesadas sombras. MYM

The White Ribbon (La cinta blanca), de Michael Haneke (2009, 144', Austria-Alemania-Francia-Italia). VALE LA PENA
En su regreso al cine de su país luego de varios proyectos en Francia y de su fallida remake de Funny Games en los Estados Unidos, Haneke ganó la Palma de Oro a Cannes (donde ya había sido premiado por La pianista y Caché: Escondido) con La cinta blanca, una historia de dos horas y media, rodada en blanco y negro, y ambientada en una pequeña y muy rígida comunidad protestante del norte de Alemania poco antes del inicio de la Primera Guerra Mundial. Película de estructura coral, narrada con enorme rigor, profundidad y precisión, apela al esquema de pueblo chico-infierno grande para describir, a partir de la voz en off del maestro de escuela del lugar, las historias de vida de los habitantes de esta comunidad rural, dominados por el fanatismo religioso, la represión sexual, la falta de afecto, las dificultades laborales y las diferencias sociales. La exposición de los secretos y mentiras de los distintos matrimonios y las conflictivas relaciones entre padres e hijos (son todas familias numerosas) van dando lugar a las crecientes explosiones de violencia, rebeldías, delaciones, castigos y suicidios en un film complejo e implacable. DB

In the Shadows, de Thomas Arslan (2010, 85', Alemania). VALE LA PENA
Arslan, uno de los grandes talentos de la Escuela de Berlín, sorprendió en la reciente Berlinale al presentar un tenso, seco, sórdido (y oscuro, claro) film-noir con todas las de la ley sobre los preparativos, detalles y consecuencias (trágicas) de un gran golpe. DB

Like You Know It All, de Hong Sang-soo (2009, 126', Corea del Sur). IMPERDIBLE
Luego de haber participado varias veces en las secciones oficiales de Cannes, Hong fue "degradado" a la Quincena de Realizadores, un ámbito en el que seguramente se siente bastante más a gusto, más "protegido". Y lo hizo con otra gran película, una más en la serie autobiográfica sobre directores de cine que terminan inmersos en complicadas relaciones afectivas. En este sentido, Like You Know It All es casi una secuela de Woman on the Beach, aunque todavía más ligera y divertida (es una comedia de enredos por momentos desopilante y en otros bastante cruel). El realizador Ku, a punto de cumplir 40 años y con tres largometrajes más prestigiosos que exitosos, es invitado a participar como jurado de un festival de un pequeño pueblo costero. Allí comenzará una serie de malosentendidos, situaciones absurdas y encuentros sexuales que convertirán al cineasta en un ser odiado por unos cuantos. Como pocos creadores contemporáneos, Hong es capaz de filmar largas escenas sin cortes (comidas, charlas, personajes que terminan alcoholizados y desbordados) con una naturalidad y una profundidad envidiables. Con 8 largometrajes, el director de Turning Gate, A Tale of Cinema y Night and Day ya se ha consolidado como uno de los grandes referentes (de las últimas esperanzas) del cine de autor. DB

Vincere, de Marco Bellocchio (2009, 128', Italia-Francia). IMPERDIBLE
Giovanna Mezzogiorno ofrece una inmensa actuación en Vincere, la reconstrucción que el director italiano Marco Bellocchio hizo de la trágica historia de Ida Dalser, que fue el gran amor de juventud de Benito Mussolini y con quien tuvo un hijo que nunca fue reconocido. El film, narrado con una gran potencia y convicción, con un tono casi operístico y con un excelente uso de los materiales de archivo de la época, arranca en el período previo a la Primera Guerra Mundial, cuando Mussolini militaba en el Partido Socialista. La película recorre la pasión con Dalser -que hasta le financió de su bolsillo la edición del periódico Il Popolo d’Italia- y cómo ella luego es traicionada y encerrada en un hospicio neuropsiquiátrico durante más de 11 años, mientras su hijo es enviado a un instituto. Una gran historia con el sello del realizador de El diablo en el cuerpo y Buongiorno notte, uno de los últimos representantes de un cine que se resiste a morir (por suerte). DB

Visage, de Tsai Ming-Liang (2009, 141', Francia-Taiwán-Bélgica-Holanda). VALE LA PENA
A 50 años de la explosión de la nouvelle vague francesa, fue un director malayo y radicado en Taiwán como Tsai Ming-liang el que logró convocar a un verdadero seleccionado de estrellas galas para Visage. Fanny Ardant y Jean Pierre Léaud -que en la película concretan un conmovedor homenaje a François Truffaut- se sumaron al director y a su actor-fetiche Lee Kang-sheng en este film que tiene también como protagonista a la top-model Laetitia Casta, quien se animó con varias secuencias muy arriesgadas (bailes eróticos y desnudos totales incluídos para su papel de Salomé), y cuenta con participaciones especiales de otras figuras como Jeanne Moreau, Nathalie Baye y Mathieu Amalric. El ambicioso y bello film -de casi dos horas y media de duración y rodado en su mayor parte en Francia (buena parte transcurre en el museo del Louvre)- narra las desventuras familiares, afectivas, sexuales y artísticas de un director asiático (Lee Kang-sheng) que, luego de sufrir la muerte de su madre, llega a París para rodar un exótico musical sobre la historia de Salomé. El director de Vive l’amour, The Hole, Goodbye Dragon Inn y La nube errante construye algunas secuencias memorables (como la inundación de un departamento, la despedida de la madre del protagonista o el emocionado reencuentro entre Ardant y Léaud), pero también hay varios pasajes en el que se extraña la solidez e inspiración de sus films taiwaneses. DB

Yuki y Nina, de Hippolyte Girardot y Nobuhiro Suwa (2009, 92', Francia). IMPERDIBLE
La primera parte de la película no está nada mal, pero se trata de una (otra) crónica de la crisis y separación de un matrimonio, en este caso entre un francés y una japonesa, visto desde la perspectiva y de las sensaciones íntimas de Yuki, la única hija de la pareja. Con sus 9 años, la protagonista observa y sufre los hechos, mientras pasa casi todo el tiempo en compañía de su amiga Nina, también hija de divorciados. El problema es que su madre está a punto de volverse a Japón y ella no quiere viajar. Cuando todo parece transitar por caminos correctos y algo previsibles, Suwa -con la colaboración de Hippolyte Girardot, que también interpreta al padre de Yuki- da un sorprendente giro narrativo y estilístico con una larga, fascinante (y mágica) caminata por el bosque, una elipsis y una resolución inesperada que le otorgan al film no sólo una veta más propia del cine japonés sino una dimensión artística mucho mayor (diría casi kawaseana). Otro gran trabajo de ese orfebre delicado que es Suwa (2 Duo, M/Other, H Story, Una pareja perfecta). DB

Hadewijch, de Bruno Dumont (2009, 105', Francia). VALE LA PENA
El director de La vida de Jesús, La humanidad y Flandres continúa con su espíritu provocador al narrar la historia de una joven -hija de un ministro- obsesionada hasta la autoflagelación por su vocación religiosa. Luego de ser rechazado su ingreso a un convento por las monjas a cargo, se relaciona con unos musulmanes fundamentalistas. Sin cargar las tintas ni caer en la obviedad o el subrayado, con el habitual rigor de su puesta en escena, el realizador francés se sumerge en cuestiones candentes como el fanatismo y la manipulación. Una de esas películas que dividen aguas y que están destinadas de manera inevitable a la polémica más encarnizada. DB

The Trash Humpers, de Harmony Korine (2009, 78', EE.UU.-Gran Bretaña). ZONA DE RIESGO
Unos freaks espantosos y estúpidos se dedican a romper todo, matar gente, perder el tiempo, cantar desafinado, gritar y decir idioteces, mientras viven obsesionados por el sexo. Todo filmado sin coherencia alguna ni hilo narrativo con unos VHS viejos y llenos de rayas como soporte. Es la típica película que hará que no menos de la mitad del público huya despavorido e indignado de la sala al grito de "esto es una mierda", pero más allá de la provocación y de la trasgresión calculada del director de Gummo, Julien Donkey-Boy y Mister Lonely hay aquí algo interesante respecto de la sociedad norteamericana y la supremacía white trash. DB

Where are You? de Masahiro Kobayashi (2009, 106´, Japón-Corea del Sur-Filipinas). IMPERDIBLE
El Foco que le dedicó el BAFICI 2008 me permitió conocer a Masahiro Kobayashi, y disfrutar de películas como Rebirth o Bashing. Es una alegría verlo en su mejor forma en Where are You? que, si bien está dedicada a Antoine Doinel, más parece un homenaje a Rosetta que una evocación de Los 400 golpes. Trata sobre un adolescente desamparado, sí, pero la cámara lo sigue obsesivamente, de espaldas, por su largo recorrido por su ciudad en busca de un sustento, un trabajo, una manera de ayudar a su madre agonizante, y en su búsqueda del padre, sin un golpe bajo. Con pocos diálogos, el hijo del director realiza una actuación excelente, como una víctima del abandono, el hambre y la desesperación, mientras que el realizador también tiene una breve aparición como el padre. El camino hacia la luz es muy largo, dice el prólogo, y -por lo visto- no tiene fin. JOSEFINA SARTORA

Jaffa, the Orange´s Clockwork, de Eyal Sivan, (2009, 87´, Israel-Francia-Bélgica). VALE LA PENA
La película de Eyal Sivan -quien ya ha filmado notables documentales sobre el conflicto palestino-israelí- aborda el tema desde la historia de las naranjas de Jaffa, famosa por sus huertos desde la época en que Israel se llamaba Palestina. Y lo realiza apelando a distintas formas de representación y soportes: películas caseras y de propaganda, afiches, y con entrevistas a personalidades referentes, árabes e israelíes. Así, se va construyendo un relato apasionante y revelador de la historia de ese país que vive fracturado en una situación que -a juzgar por lo visto en otro film como Ajami- no parece tener salida. En un juego de palabras con aquella otra película sobre la violencia, la mecánica de la naranja revela cómo un elemento de la producción y economía del país deviene símbolo o metonimia del proceso de apropiación. JS

Visitors, de Hong Sang-soo, Naomi Kawase y Lav Diaz (2009, 106´, Corea del Sur-Japón-Filipinas). VALE LA PENA
El festival de Jeonju, en Corea del Sur, encargó el año pasado -como lo viene haciendo desde hace varias temporadas- estos tres mediometrajes a consagrados directores asiáticos bajo la consigna de tratar el tema de los visitantes, pretexto para que cada uno de ellos imprimiera su sello propio, característico y reconocible a una historia breve. Intelectuales que se encuentran para beber mucho y tener sexo insatisfactorio en una ciudad del interior (Hong); una familia con hijos no biológicos y la presencia del elemento mágico; la selva y el alcohol que lleva a cometer actos irracionales, esto filmado en blanco y negro. Con el talento de siempre, cada episodio condensa la filmografía de estos ya habituales visitantes del BAFICI. JS

Viajo porque preciso, volto porque te amo, de Marcelo Gomes y Karim Aïnouz (2009, 75', Brasil). VALE LA PENA
Este film de viaje relata la historia de un geólogo que se interna en el sertão, las áridas tierras del noreste brasileño. Suerte de fluir de la conciencia del protagonista, a quien nunca vemos, que va relatando su historia de amores frustrados con una mujer que lo abandonó, y a quien está dirigido su monólogo. Diario de viajero con imágenes digitales, atravesado por la melancolía de quien ama sin ser amado, y que va buscando sucedáneos en las chicas que encuentra en su recorrido, pero también retrato de un país, de su gente y sus costumbres, pero nunca un documental etnográfico. JS

Kings of Pastry, de Chris Hegedus y D.A. Pennebaker (2009, 84', EE.UU.-Francia-Gran Bretaña). IMPERDIBLE
En ocasión de la Berlinale 2008 habíamos destacado El pollo, el pez y el cangrejo real, documental de José Luis López-Linares que seguía durante 6 meses la preparación de un chef español para participar en el concurso Bocuse d'Or, considerado el campeonato mundial de la gastronomía. Algo similar proponen los legendarios Pennebaker-Hegedus: filmar el arduo proceso de preparación de un experto en pastelería hasta llegar a la competencia por la condecoración MOF, que consagra de manera definitiva a los mejores patissières franceses. La película tiene todo (humor, drama, suspenso) y las mayores delicias dulces que se puedan imaginar. No podemos dejar de decir, entonces, que se trata de la propuesta más exquisita de todo el festival. DB

A religiosa portuguesa, de Eugène Green (2009, 127', Portugal-Francia). VALE LA PENA
Otra pelí­cula no apta para desprevenidos, por su elección extrema de una actuación hierática, frí­a y desapasionada, donde toda emoción queda disimulada por rostros fijos, sin expresión, en una suerte de no-interpretación, sin que por eso se acerque a la concepción bressoniana del cine. Aceptada la consigna, estamos frente a un film de gran belleza, y gran amor por la hermosa Lisboa, excelentemente filmada. Más allá del aspecto turístico, que lo tiene, con esas bellísimas tomas del barrio de Alfama, panorámicas del Tajo, e interpretaciones de fados en bares cubiertos por los típicos azulejos- se trata de un film tan romántico como religioso. Y esto último no porque haya dos monjas: una interpretada por una actriz que está filmando las Cartas de amor de una monja portuguesa, de Mariana Alcoforado -que por cierto, fueron llevadas al cine por Jess Franco- y la otra, una suerte de santa que ella encuentra y con la cual experimenta una verdadera iluminación. Green sostiene el artificio: los personajes dialogan entre sí­ y luego se dirigen fijamente a la cámara, recitando sus líneas de manera estática o mecánica y a la vez poética, y con ese recurso logra establecer un contacto directo con el espectador, a quien se le exige una participación diferente de la habitual. Pero, a pesar de su solemnidad, el film no carece de humor, y se permite unos cuantos guiños: el recepcionista de la escena inicial, que se permite una broma a los intelectuales, es Miguel Mozos, director de la valiosa Ruínas, que también se exhibe en el BAFICI. Tal vez Francisco Mozos, el actor que interpreta al chico que conoce la actriz, sea su hijo. En la escena del bar de fados está entre el público Miguel Gomes, director de Aquel querido mes de agosto, y el mismo director Eugène Green interpreta a Denis, el realizador del film dentro del film. J.S.


La Tierra Tiembla
Francesca, de Bobby Paunescu (2009, 96', Rumania). IMPERDIBLE
Una magnífica película producida por Cristi Puiu (director de La noche del señor Lazarescu). A través de un realismo estricto y pudoroso, de largos planos-secuencia conjugados mediante panorámicas (a la manera del propio Puiu o de Jia Zhang-ke), el film articula un poderoso melodrama atravesado por un suspenso omnipresente e invisible que tensiona la odisea de una mujer que desea abandonar el país. La consistencia del retrato femenino que propone, sustentado en la soberbia interpretación de Monica Barladeanu, permiten conectar la figura de Francesca con las protagonistas del cine de Mizoguchi o del primer Pasolini, mujeres que deben cargar con las consecuencias de los (malos) actos cometidos por los hombres que las rodean. MYM

Lugares
Let Each One Go Where He May, de Ben Russell (2009, 135', EE.UU.-Surinam). ZONA DE RIESGO
Verdadero hype del cine experimental desde su proyección en el pasado Festival de Rotterdam, donde consiguió el premio FIPRESCI de la crítica internacional (también se llevó el máximo galardón de la muestra Punto de Vista), esta película, filmada en 16 milímetros, plantea un viaje en trance por las calles, ríos y poblados del Surinam contemporáneo, una nación marcada por las cicatrices de la época colonial. A nivel estético, el film ofrece un equilibrado y preciso compendio de las corrientes más interesantes del cine actual. Entre referencias a Elefante, de Gus Van Sant, a Los muertos y La libertad, de Lisandro Alonso, y al cine de Apichatpong Weerasethakul y un cierto esteticismo, Russell conecta las duras condiciones de vida de la población de ese país con las nuevas corrientes de explotación del mercado global. La esclavitud explícita de antaño se convierte en otro tipo de explotación, sólo un poco más sutil, que se muestra de forma palpable en las secuencias rodadas en una mina de oro. Todo está planteado de manera cerebral, sin un ápice de visceralidad. Una falta de brío, de rabia, que resulta alarmante en una película que retrata una injusticia social e histórica flagrante. Así, la observación exterior que propone Russell se queda a medio camino entre la mirada más hermética y “superficial” a lo real y el diálogo o colaboración más sofisticado, lo que termina llevando la película hacia un exotismo un tanto banal. MYM

Ruinas, de Manuel Mozos (2009, 60´ Portugal). VALE LA PENA
Me había referido a este film (el mejor de aquel festival) en la cobertura del IndieLisboa 2009. Miguel Mozos, quien alguna vez ha trabajado junto a Miguel Gomes, construye una obra inclasificable, film-poema, film-ensayo sobre espacios abandonados, inhóspitos, historias insólitas, ciertas y fraguadas, y textos bizarros. El largometraje descarta toda organicidad para mostrar, en planos fijos, edificios abandonados, espacios en ruinas, vacíos, casi mágicos, en un mundo hipermoderno donde la ruina pasa por el deterioro, en esa Portugal melancólica y romántica, donde cada rincón parece encerrar un misterio. Al mismo tiempo, sorprenden los textos, también ruinosos, que pueden ser poemas, recetas de cocina, normas de urbanidad, cartas comerciales, listas de minerales portugueses o historias románticas. JS

Flashback
El General, de Natalia Almada (2009, 83', México-EE.UU.). VALE LA PENA
Almada -que ganó el premio a la mejor dirección en la competencia de documentales del Festival de Sundance 2009- reconstruye la historia política y familar de su bisabuelo Plutarco Elías Calles, presidente mexicano entre 1924 y 1928 y mítico referente de la Revolución Mexicana. La talentosa realizadora de Al otro lado combina los recuerdos íntimos de su bisabuela y de su abuela con una magistral clase de Historia mediante una impecable utilización de las imágenes de archivo y esta mezcla de registros y climas aparentemente antagónicos no resulta forzada ni molesta. DB


Nocturna
Kinatay, de Brillante Mendoza (2009, 105', Filipinas / Francia). ZONA DE RIESGO
El filipino Mendoza no ahorra imágenes chocantes en la reconstrucción de un caso real (el secuestro, violación y descuartizamiento de una stripper por parte de un escuadrón policial) narrado desde el punto de vista de un joven aspirante a detective. El joven y prolífico director de Serbis y Tirador apuesta por el cine y es fiel a sus convicciones, aunque hay aquí algunos excesos gore bastante polémicos. DB

El sol, de Ayar Blasco (2010, 72', Argentina). ZONA DE RIESGO
Primera película en solitario de Ayar Blasco, más conocido como Ayar B., uno de los creadores y co-directores de Mercano, el marciano. El estilo visual y el sentido del humor es bastante similar al de aquella película, aunque quizás en este caso sea bastante más guarro y ofensivo, ya que debe tener la mayor cantidad de insultos por frase de diálogo que se recuerden. Para aprovechar al máximo la expresividad de la versión del español que hablamos en Argentina, Ayar B. convocó a uno de los mayores cultores de la agresión verbal del país, el doctor Tangalanga, que le da la voz al narrador y a un político corrupto. La película se sitúa en una Buenos Aires post-apocalíptica muy parecida a la de diciembre de 2001. JA

The Haunted World of El Superbeasto, de Rob Zombie (2009, 77', EE.UU.). ZONA DE RIESGO
A partir de su propio cómic, el mítico músico de heavy-metal + director de película de terror clase B construye un film animado bien zarpado, casi adolescente. El Superbeasto es algo así como un luchador de catch, obseso sexual, drogón, miserable y varias cosas más. La animación es artesanal pero simpática y la cosa se limita a la guarrada, chicas tetonas, machismo a full, diálogos más bien elementales y llenos de puteadas, y excesos de todo tipo. Sólo recomendable para fans de Zombie y para amantes de las funciones de madrugada con una buena cantidad de alcohol (u otras sustancias) encima. Como diría un viejo lema del BAFICI, si no es para vos, no es para vos. DB

Musica
Do It Again, de Robert Patton-Spruill (2010, 85', EE.UU.). VALE LA PENA
Documental sobre un periodista de rock estadounidense, Geoff Edgers, que se propone reunir a The Kinks, mítica banda inglesa surgida en los años '60. En su viaje, termina zapando algunas de las canciones emblemáticas de la banda con gente como Sting, Robyn Hitchcock y la diva indie por excelencia, Zooey Deschanel. JA

The Agony and the Ecstasy of Phil Spector, de Vikram Jayanti (2008, 102', Gran Bretaña/EE.UU.). VALE LA PENA
Una larga entrevista al genial productor (cuyo ego y locura alcanzan dimensiones desproporcionadas), la filmación del juicio que se le siguió en 2003 por la muerte de una camarera en su casa, algunos materiales de archivo, los clips y canciones de sus grandes composiciones y una valoración crítica de las mismas son los principales ejes que elige Jayanti para acercarse a esta figura insoslayable de los últimos 40 años de historia del rock, el soul y el pop. Uno podrá cuestionarle todo tipo de detalles y carencias, pero el personaje y su música se integran en un relato apasionantes. DB

Buen día, día, de S. Costantino y E. Pinto (2010, 90', Argentina). ZONA DE RIESGO

Diálogos
Lourdes, de Jessica Hausner (2009, 99', Austria-Francia-Alemania). VALE LA PENA
La película se centra en un grupo de peregrinos que visita el Santuario de la Virgen de Lourdes con la esperanza de ver convertidos sus deseos en milagros divinos. Christine (Sylvie Testud) sufre esclerosis y participa, sobre su silla de ruedas y con su perenne sonrisa, en una visita guiada al templo ¿Será ella la protagonista del esperado milagro? La película despliega un lúdico juego de géneros, saltando con parsimonia y sutileza de la comedia religiosa (esbozada con fina ironía) al drama existencial, pasando por una sugerente aproximación al fantástico. De hecho, la ambivalencia con la que Hausner se aproxima a la idea del milagro no se aleja demasiado de la que utilizaba M. Night Shyamalan para acercarse al heroísmo en El protegido. El problema es que la directora austriaca parece tan embelesada con el universo de liturgias, simbología y desesperación que pierde de vista la tensión narrativa, que queda diluida en una puesta en escena distanciada, cuya insistente frialdad roza en ocasiones la afectación. Sin ser una película fallida -Hausner sabe lo que quiere y lo persigue con sobriedad y elegancia-, Lourdes no consigue atravesar la frontera que imponen sus propias tesis, alejándose de la posibilidad de la emoción. La magistral Testud, de todas formas, debería haber ganado la Copa Volpi a la mejor actriz en la última Mostra de Venecia. MYM

Documental Político Chino
Disorder, de Weikai Huang (2009, 58', China). ZONA DE RIESGO
En las grandes ciudades chinas (como en cualquier lugar del mundo) ocurren todo tipo de catástrofes (pequeñas y gigantes, cómicas y trágicas, conmovedoras y bizarras). En esta compilación de imágenes cedidas al director por camarógrafos amigos que no pueden emitir este tipo de secuencias en la televisión local, hay inundaciones, polución, brutalidad policial, accidentes automovilísticos, allanamientos, cerdos y cocodrilos sueltos, hombres dementes y bebés abandonados. El conjunto de escenas (de precaria calidad) dan una sensación general de crispación, deshumanización y represión, pero por momentos la propuesa no excede demasiado el marco de realities tipo Policías en acción o algunos bloques de la señal TruTV. DB


Forum
Double Tide, de Sharon Lockhart (2009, 99' EE.UU.-Austria). ZONA DE RIESGO
Dos bellísimos planos fijos de 50 minutos cada uno sobre un hombre que recoge algo que no se alcanza a apreciar (¿almejas?) al amanecer y al atardecer en una zona húmeda y gris. Una experiencia de cinefilia extrema. DB

The Oath, de Laura Poitras (2010, 97', EE.UU.). ZONA DE RIESGO
Este nuevo documental de la directora de My Country, My Country -que viene de ser una de las sensaciones del último Festival de Sundance- tiene como principal hallazgo el haber conseguido un testimonio de primera mano (y un acceso a su vida íntima y cotidiana) de Abu Jandal, ex guardaespaldas personal durante varios años de Osama Bin Laden. Jandal rompió el juramento que lo ligaba a Al Qaeda y se convirtió, por lo tanto, en un hombre buscado. Poitras también describe la larga batalla judicial de Salim Hamdam -pariente de Jandal- que pasó varios años en la cárcel de Guantánamo. El material en sí es más interesante que la articulación de la narración, que no excede demasiado el esquema básico de la producción para televisión. DB

The Happiest Girl in the World, de Radu Jude (2009, 99', Rumania). VALE LA PENA
Este debut de Radu Jude (asistente de Cristi Puiu en La noche del señor Lazarescu) mantiene el espíritu tragicómico y la virtuosa puesta en escena de buena parte del nuevo cine rumano. Una adolescente pueblerina de clase media-baja llega con sus padres a Bucarest para participar de un comercial de una bebida gaseosa al que debe presentarse luego de haber ganado un automóvil en un concurso. Mientras protagoniza -no sin tropiezos- el rodaje de la publicidad en plena ciudad, sus padres tratan de convencerla de que firme un documento para vender el coche y así solucionar los problemas económicos de la familia. Ella, en cambio, quiere manejarlo para ostentar ante sus amigos y compañeros. La utilización de las locaciones reales (puro caos y ruido) de la capital rumana es un verdadero hallazgo de un film que describe de manera despiadada los profundos cambios socioeconómicos de un país que intenta olvidar su pasado comunista a fuerza de consumo (y de codicia). DB