domingo, 31 de enero de 2010

TOMAS ELOY MARTINEZ (1934-2010)


Los libros de Tomás Eloy Martínez son totales, de largo aliento y a la vez consistentemente cuestionadores. Esa eficacia encontraba sustento en el respeto escrupuloso por el lenguaje, por la palabra correcta, oportuna, consonante. De la que se derivaba una ética y una moral referenciales. Crítico de cine (miembro honorario de la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina -ACCA), lúcido articulista en varios periódicos importantes (The New York Times, La Nación, El País de España), Tomás Eloy Martínez perteneció a una camada de escritores argentinos maravillosos como Abel Posse, Osvaldo Soriano, Ricardo Piglia y José Pablo Feinmann. Lo vamos a extrañar.

Diario LA NACIÓN Argentina - http://www.lanacion.com.ar/

A los 75 años, tras una larga lucha contra el cáncer, falleció el periodista y escritor Tomás Eloy Martínez.

Fue columnista de los diarios LA NACION, The New York Times y El País de España. También escribió libretos de cine y televisión, y fue crítico cinematográfico, además de integrar el equipo de dirección del semanario Primera Plana. También dirigió la Opinión Cultural y la revista Panorama. Además, formó parte del equipo creador del diario Página 12.

"Las ficciones son nuestra forma de rebelión." La relación del periodista y escritor Tomás Eloy Martínez con la escritura comenzó con una transgresión. Escribió su primer cuento cuando tenía menos de diez años para burlar el castigo de sus padres, que le habían prohibido leer. Ese gesto, el de llevar al máximo los límites, caracterizó toda su trayectoria.

Agudo analista del ser nacional, quizá uno de los más penetrantes que tuvo el país en los últimos años, su cautivante y elaborado estilo nutrido por igual de la apreciación objetiva y sensible de la realidad sedujo a generaciones de lectores.

Empezó su carrera como corrector en La Gaceta de Tucumán, provincia que lo vio nacer en 1934. "Si cuidás el lenguaje, la ética viene en consonancia, porque la responsabilidad empieza por la herramienta que manejás", había dicho en una entrevista publicada en El País a propósito de esa experiencia.
Esta segunda escena de iniciación determina su creencia en el poder de la palabra, capaz de reinventar tanto la realidad ("Todo relato es, por definición, infiel", como sostuvo en su novela más famosa, Santa Evita ) y a quien la emplea ("Somos lo que hemos leído", dijo alguna vez).

Entre 1957 y 1961 fue crítico cinematográfico de LA NACION . Junto con Ernesto Schoo, renovó la forma en que se reseñaban las películas de esa época. El contexto era de por sí estimulante: las nuevas expresiones de la Nouvelle Vague y la Nouveau Roman, que derribaban las viejas formas del cine y la literatura, eran recibidas por algunos jóvenes de este lado del océano como gotas en el desierto. Entre ellos estuvo Martínez, que promovió ambas tendencias, con las que generó tanto adhesión como desconcierto.

Pasó por las redacciones del semanario Primera Plana y la revista Panorama, de la cual fue despedido por publicar los sucesos de Trelew en la portada. Su relato periodístico La pasión según Trelew (1974), quemado durante la dictadura en una plaza de Córdoba, fue incorporado como prueba al expediente de la causa que investiga la masacre. También fue el primer director del noticiero Telenoche.

Dirigió el suplemento cultural del diario La Opinión hasta 1975, año en que, amenazado por la triple A, debió exiliarse en Caracas. Allí fundó El Diario.

En 1991 participó en la creación del periódico Siglo XXI en Guadalajara, México, y del suplemento Primer Plano en Página 12 . Dirigió durante muchos años el programa de Estudios Latinoamericanos de la Rutgers University, de Nueva Jersey, y fue uno de los referentes de la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, creada por su entrañable amigo Gabriel García Márquez.

A partir de 1996 y hasta su muerte, fue columnista de LA NACION. Sus artículos también se publicaron en The New York Times y en El País .

Entre sus obras más destacadas se encuentran Lugar común la muerte (1979), señalada como un aporte esencial al Nuevo Periodismo, La novela de Perón (1985), La mano del amo (1991) y la novela argentina más traducida de todos los tiempos que, a la manera del Facundo de Sarmiento, dinamitó la frontera entre fantasía e historia: Santa Evita (1995).

En 2002 recibió el premio Alfaguara, uno de los más importantes concursos literarios en lengua castellana, por El vuelo de la Reina . Luego se publicarían la selección de ensayos y crónicas Réquiem por un país perdido (2003), Las vidas del general (2004) y El cantor de tango (2004). El Purgatorio (2008), su última novela, cuenta la historia de una pareja separada por el terrorismo de Estado en 1976 que vuelve a encontrarse 30 años después, relato con el que intentó recuperar los años que vivió lejos de un país que nunca dejó de obsesionarlo.

El diario madrileño El País le otorgó el Premio Ortega y Gasset de Periodismo el 22 de abril de 2009. El galardón distingue trabajos en español publicados en medios de todo el mundo.

Poco después, el 24 junio de ese mismo año fue incorporado a la Academia Nacional de Periodismo. "Es un gran honor que se debe, creo, a la persistencia con la que vengo trabajando hace más de medio siglo", dijo en esa oportunidad a LA NACION.

Desde su sillón en la Academia, Martínez bregó para que la calidad y confiabilidad de la información sean las herramientas indispensables para que el oficio se adapte a los nuevos tiempos.


MARIO VARGAS LLOSA EN EL FESTIVAL LITERARIO HAY, CARTAGENA DE INDIAS


El periodista español Javier Marcos Rodriguez, reporta para EL PAÍS Digital desde Catagena de Indias en Colombia, la voz, presencia e ideas de Mario Vargas Llosa en el marco del Festival Hay (*).  ¡Gol de Vargas Llosa!  es el título de la crónica que reseña la entrevista pública concedida por el autor de La ciudad y los perros al escritor colombiano Héctor Abad Faciolince en el Teatro "Adolfo Mejía" (con lleno total). Vargas Llosa es uno de los peruanos ilustres de todos los tiempos: demócrata, liberal y escritor notable que prestigia las letras castellanas.

Mario Vargas Llosa llegó puntualísimo al teatro Adolfo Mejía de Cartagena de Indias. A las 12,27, hora colombiana. Seis más en España. Su intervención, sin embargo se retrasó 20 minutos. ¿La razón? La multitud que esperaba a la puerta del teatro bajo un sol de esos que, injustamente, el tópico llama "de justicia". Parecía más la entrada a un concierto de rock o a un partido de fútbol que a un coloquio literario, y será el rigor británico que se le supone al Festival Hay o será simplemente el progreso, pero hasta alguna dama ilustre con guardaespaldas había en una cola doble en torno a la que revoloteaba una nube de vendedores de refrescos, sombreros y abanicos.

Ya en el interior y apagadas las luces, aparecieron en el escenario el autor de La ciudad y los perros y su compañero de charla, el escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, que estos días publica Traiciones de la memoria (Alfaguara), una suerte de coda de El olvido que seremos, el estremecedor libro en el que narró el asesinato de su padre. Abad no dejó que la admiración inutilizara su papel de mínimo inquisidor y el resultado fue una vibrante visita guiada al universo de Mario Vargas Llosa. Éstas son algunas de las estaciones del recorrido.

Un escritor sin inspiración. "Mi disciplina a la hora de escribir nació de la comprobación deprimente de que no tenía inspiración. Por eso me sirvió tanto descubrir, cuando llegué a París en 1959, a Flaubert y, sobre todo, su correspondencia. Flaubert empezó siendo un mal escritor, un mero imitador, y para llegar a ser el genio que fue se impuso una disciplina de galeote. Yo llegué a la conclusión de que si uno no tenía talento podía provocárselo a base de trabajo".

Crisis social, salud artística. "Las sociedades inestables en las que se percibe una cierta inseguridad tienden a generar literaturas más ambiciosas que aquellas sociedades más estables en las que se percibe como algo pueril el deseo de llevar a cabo un gran proyecto novelesco. Por eso la literatura latinoamericana dio grandes frutos en los años 60, en un momento convulso en el que nadie apostaba por América Latina. Pero todo esto no es más que una tendencia y no una ley histórica, yo no creo en las leyes históricas. Además, en el arte siempre prima el elemento individual".

Políticos y rufianes. "¿Por qué me presenté a la presidencia de Perú si le había hecho decir a uno de mis personajes que la política es un mundo de rufianes? Tal vez por la atracción del abismo, pero sobre todo porque no debemos sacar conclusiones de desdén aristocrático de esa frase. Eso sería hacer el avestruz. Cuanta más gente decente haya en la política más se adecentará ésta".

Elogio de la imperfección. "Si fui mi crítico como opositor a Alan García en Perú y ahora no lo soy tanto es porque él piensa ahora cosas que yo pensaba entonces. En materia estética podemos ser intransigentes porque la imperfección es intolerable, pero en política eso es imposible. Hay que optar por el consenso y hacer concesiones, eso es la democracia, el menos malo de los sistemas. Los únicos que creen que la perfección es posible en política son los fanáticos".

Diez años huérfano. "A mí me vacunó contra el fanatismo la mala relación que tuve con mi padre, un hombre muy autoritario al que conocí cuando tenía 10 años. Hasta entonces me habían ocultado que mi padre estaba vivo por la vergüenza familiar de decir que mi madre se había divorciado. Yo me había criado como un niño muy mimado y seguro que era engreído e insoportable, pero la aparición de mi padre fue brutal. Eso sí, reconozco que en mi propio trabajo hay una dosis de fanatismo, el de sacrificarlo casi todo en busca de la gran obra".

Caudillo a la vista. Uno de los momentos cumbre de la charla fue la pregunta de Héctor Abad por las posibilidades de progreso en América Latina cuando proliferan tantos "caudillos que se hacen reelegir ,empiece su nombre por Ch, M o U", dijo el escritor colombiano en alusión a Hugo Chávez, Evo Morales y Álvaro Uribe. La respuesta de Vargas Llosa fue igual de contundente: "Hay que acabar con los caudillos, que no son más que máquinas destructoras, y hay que aceptar esa cosa que a veces parece mediocre que es la democracia. Un escritor sabe lo importante que es la forma. Si se rompen las formas de la democracia lo que sufre es su contenido".

Los riesgos del compromiso. "Ya sé que con mis opiniones políticas corro el riesgo de que me caricaturicen como imperialista y capitalista manchesteriano, pero asumo el riesgo. Por eso escribo en los periódicos, para matizar, y para que se entienda por qué hago lo que hago. Por ejemplo, apoyar a Piñera en Chile, el candidato conservador, porque me parece que la alternancia es importante. Lo conozco personalmente y sé que es un demócrata convencido que nunca apoyó a Pinochet. Por lo demás, él es católico y yo no, yo estoy a favor de los matrimonios homosexuales, el aborto y la eutanasia y él, no. Pero no puedo apoyar a alguien idéntico a mí porque no lo encontraría. La única manera de que no te caricaturicen es callarse y convertirse en un mirlo blanco. Prefiero que me ataquen y aportar mi grano de arena. Optar por una posición es optar por el riesgo. Por eso no entiendo a los intelectuales que prefieren los eslóganes a las ideas".

Nueva novela. "En u(na biografía de Joseph Conrad me topé con un amigo suyo diplomático que le hizo ver la brutalidad que los colonizadores aplicaban en países productores de caucho como el Congo, un país del tamaño casi de Europa occidental que las potencias mundiales decidieron regalar a Leopoldo de Bélgica. Sin él El corazón de las tinieblas no sería como es porque hasta entonces la idea que Conrad tenía del Congo estaba manipulada por la propaganda del rey de los belgas. Me fascinó el personaje y ya tengo una primera versión del manuscrito de una novela en torno a él. Siempre me vienen así las ideas: la curiosidad dispara la ficción. ¿De dónde saco la energía para viajar, estudiar y entrevistar gente preparando los libros? De que en el fondo quiero ser un buen escritor. Pero no juguemos al niño digno: es un esfuerzo, pero, sobre todo, un enorme placer".

(*)  El Hay Festival of Literature & Arts es un festival literario y de artes originado en la pequeña población mercantil de Hay-on-Wye en Gales que se realiza anualmente como un encuentro entre literatos, músicos, cineastas y otras personalidades de talla internacional. Fue calificado por el ex presidente estadounidense Bill Clinton como el Woodstock de la mente. Los mayores patrocinadores del certamen en la actualidad son el diario The Guardian y la Fundación MAPFRE. Se realiza en Cartagena, Colombia desde el año 2006.
En 2007 se realizó del 25 al 28 de enero y contó con la participación del cantante y activista Bob Geldof y la presencia de personalidades como el Premio Nobel de Literatura el nigeriano Wole Soyinka entre muchos otros representantes de la cultura latinoamericana y mundial. También se rindió homenaje a los 40 años de publicación de la obra Cien años de soledad de Gabriel García Márquez.
Desde el año 2008 el Hay Festival Cartagena de Indias realiza un capítulo especial en la pequeña ciudad costera de Riohacha, capital del Departamento de La Guajira, cuna de los abuelos maternos de Gabriel García Márquez. Los invitados de este año son nada más y nada menos que Ian McEwan, Almudena Grandes, Michael Ondaatje, Mario Vargas Llosa, Najat El Hachmi, Manuel Gutiérrez Aragón, Guillermo Fadanelli, Chloe Aridjis, William Ospina, Manu Dibango, Manuel Vicent, Simon Schama, Fernando Trueba y Zoé Valdés ¿Se atreven a imaginar por qué no hay un Festival HAY en el Perú?


 

sábado, 30 de enero de 2010

AMAT ESCALANTE TRIUNFA EN SUNDANCE 2010


Temprano en la mañana, EL UNIVERSAL de México ha anunciado el triunfo del director  Amat Escalante en el Festival de Cine Sundance 2010 por su nuevo filme Heli. Escalante ganó el premio Sundance/NHK y confirma que es uno de los grandes realizadores mexicanos de esta hora, promovido en su oportunidad por esa estupenda fábrica de nombre Mantarraya Producciones, a cargo de Jaime Romandía y Carlos Reygadas.

El cineasta mexicano Amat Escalante obtuvo el premio Sundance/NHK en la categoría América Latina, en el Festival Internacional de Cine de Sundance, en el que fue nominado junto con el uruguayo Manuel Nieto y el mexicano Rodrigo Plá.

Escalante fue elegido ganador por el jurado internacional del prestigioso festival estadounidense, gracias a su proyecto titulado "Heli".

Este certamen es uno de los principales de cine independiente en Estados Unidos. Cada año, durante 10 días, la ciudad de Park City, en Utah, se transforma en un formidable escaparate de nuevos talentos y de creaciones artísticas internacionales.

Asimismo, el premio Sundance/NHK, que pretende distinguir y apoyar a los talentos emergentes, es la distinción más codiciada por los directores de cine, quienes compiten en cuatro categorías.

Los relatos inscritos en ese rubro provienen de Estados unidos, América Latina, Europa y Japón. Además, los cineastas premiados podrán realizar y difundir su trabajo gracias al apoyo del Instituto Sundance y del canal de televisión japonesa.

El Instituto Sundance, fundado por el actor, director y productor Robert Redford, es reconocido internacionalmente por su programa de desarrollo artístico dirigido a directores, guionistas, productores y dramaturgos.

En su relato Escalante penetra en el ambiente de un pueblo mexicano mediante el personaje de "Heli" , quien confronta los problemas que existen en la sociedad: corrupción, mafia y prostitución, así como sus sentimientos y emociones, mientras busca a su padre, misteriosamente desaparecido.

El guión, que recibió elogios por parte del jurado que otorga el premio Sundance/NHK, puede ser tomado como referente de un proyecto ambicioso de los que tanto se buscan en este certamen.

Amat, dedicado al cine desde la adolescencia, obtuvo su primer reconocimiento internacional por el cortometraje "Amarrados" , que fue presentado en el Festival de Cine de Rotterdam, en Holanda.

Su primer largometraje, "Sangre" , que realizó en 2005, fue proyectado en la sección "Una cierta mirada" , del Festival Internacional de Cine de Cannes, donde recibió el premio de la Federación de Críticos Internacionales (Fipresci).

En 2008, su segundo filme "Los bastardos" , tuvo el mismo éxito, al ser presentada en la misma sección del Festival de Cannes, además de ser galardonada como Mejor Película en otros certámenes cinematográficos, como Sitges (España) , Morelia (México) , Mar del Plata (Argentina) y Lima (Perú) , entre otros.

"Los bastardos" fue distribuida en México, Estados Unidos, Canadá y Francia.

Actualmente, Amat participa en "Revolución" , proyecto mexicano con motivo del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana.

Por otra parte, Escalante formará parte del jurado de la competencia oficial del prestigioso Festival de Cine de Rotterdam, que se realizará del próximo 27 de enero al 7 de febrero entrante.

mzr

viernes, 29 de enero de 2010

TRANSFORMACIÓN Y RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS


El consenso está contraindicado en el arte de la "cultura de paz". No existe ningún país en el mundo que ofrezca evidencia teórica o empírica sobre la solución de conflictos sociales a partir de la suscripción de papeles. 
Las "mesas de diálogo" -producto peruanísimo- improvisadas según el lugar o circunstancia, al no tener un respaldo técnico, cataliza el gesto aristocrático del Estado y el asambleísmo de los ciudadanos. Nada puede resolverse entonces. Porque los prejuicios y las actitudes no desaparecen; no pueden ser neutralizadas. Se necesitarían técnicas oportunas y mejoradoras, aplicadas por profesionales desvinculados emocional y actitudinalmente de los hechos, para lograr resultados eficaces y duraderos.
Por eso, creemos que es importante institucionalizar en el Perú -de una buena vez- la prevención de conflictos a partir de mecanismos de alerta temprana, considerando antecedentes como la guerra interna, la miseria en el sur del país y la violencia rural y urbana. Prevención que debe gestionar una entidad del Poder Ejecutivo con amplias competencias transversales.
Un mapa de conflictividad en el mundo podría indicar que América Latina -en comparación con otras regiones del planeta- no es precisamente una zona de violencias sociales extendidas e inmanejables. Pero los riesgos que se derivan de la actividad productiva y de servicios; de las grandes inversiones públicas y privadas; de las desigualdades históricas; del importante crecimiento económico experimentado en los últmos diez años, de suyo configuran un panaroma preocupante.
Reproducimos, acontinuación, un editorial del Diario EL COMERCIO aparecido hoy viernes 29 de enero de 2010, que no compartimos pero que expresa una preocupación legítima (y probada): la incapacidad e ineficiencia de los Gobiernos Regionales y Locales para gestionar, proyectar y ejecutar la inversión pública. Factor percutante de nuestra conflictividad.
Óscar Contreras.-
  
Editorial.- Prevención de conflictos: responsabilidades sobre la mesa


Los pronósticos de mayor inversión y crecimiento económico para este año son una buena noticia que debe ponderarse dentro de un contexto mayor de país: ¿Qué sectores crecerán?, ¿Cuál será el impacto en el mercado de trabajo? ¿Y cómo se engarza esto con el gran objetivo descentralizador e inclusivo?

Viernes 29 de enero de 2010 - 07:22 am


Los pronósticos de mayor inversión y crecimiento económico para este año son una buena noticia que debe ponderarse dentro de un contexto mayor de país: ¿Qué sectores crecerán?, ¿Cuál será el impacto en el mercado de trabajo? ¿Y cómo se engarza esto con el gran objetivo descentralizador e inclusivo?

Por lo pronto, en el sector minero se doblaría la inversión con US$5.000 millones más respecto del año pasado y en los próximos seis años se espera una inversión de US$30.000 millones en proyectos de exploración, explotación y refinación El reto ahora es mantener esta fortaleza para atraer inversiones, lo que demanda reforzar la seguridad jurídica y mejorar el clima político y social, perturbado por la tensa relación entre algunas empresas con los trabajadores y las comunidades.

Eso no es todo. Tenemos pendientes de resolver la cuestión indígena, los problemas ambientales que dividen poblaciones enteras, y ahora último la exacerbación de problemas climáticos que demandan atención urgente.

Se dan otras circunstancias agravantes, que exigen la atención prioritaria de las autoridades, para tomar medidas de prevención, antes de que estallen los conflictos.

Por un lado, las municipalidades de los centros mineros recibirían menos de la mitad por canon, al haber disminuido en más de 60% la recaudación del Impuesto a la Renta. Luego, las áreas concesionadas superarían los 20 millones de hectáreas, 15% más que el 2009, lo que podría crear fricciones. Y a ello se suma que estamos en una etapa netamente electoral, en la que se exacerba la polémica redistributiva.

Por contraste, es una realidad escandalosa que muchos alcaldes y presidentes regionales siguen pidiendo más recursos, pero no demuestran capacidad de gestión, inversión ni gasto.

Esto no puede continuar así. Estas autoridades tienen que asumir su responsabilidad de resolver los problemas sin achacar toda la culpa al Gobierno Central. Lo que les corresponde es mejorar sus políticas de comunicación y transparencia para explicar a los vecinos la raíz de los problemas sociales y dando prioridad a los distritos más necesitados y las obras más urgentes. Asimismo, deben dejar que las empresas mineras y el sector privado desarrollen sus propios proyectos de apoyo social sin tener que pasar por el tamiz politizado de burócratas locales y regionales.

Es momento de que revisen los mecanismos de diálogo, lo que pasa por presentar informes de gestión sobre sus proyectos, obras e inversiones locales y regionales. Y, en coordinación con el Gobierno Central y la PCM, deben insistir en la institucionalización de las mesas de diálogo, lo que, tras los sucesos de Bagua, fue un compromiso que las partes asumieron públicamente pero que hasta ahora nadie cumple.

Hay que ser optimistas pero también realistas. Ello va también para la Defensoría del Pueblo, cuyo monitoreo de conflictos sociales es útil y necesario, pero podría ser más exhaustivo para que no toda situación polémica se incluya como conflicto.

jueves, 28 de enero de 2010

VIVIR AL LÍMITE - THE HURT LOCKER (Kathryn Bigelow, 2009)


http://www.otroscines.com/ es uno de los mejores sites de cine de la Argentina. Su editor, el crítico Diego Batlle, tiene el acierto de convocar regularmente al chileno radicado en Barcelona Manuel Yánez Murillo, probablemente el mejor crítico de cine de su generación. "Manu" Yánez reseña una de las grandes cintas del año pasado, The hurt locker de la interesantísima Kathryn Bigelow, titulada en español como Vivir al límite. Una vez más el cine de géneros salvó el año ¿Se estrenará en el Perú?

A su paso por el Festival de Venecia de 2008, Vivir al límite provocó un verdadero revuelo entre la crítica, cuya opinión se polarizó de forma extrema: mientras los defensores de la arriesgada propuesta de Kathryn Bigelow clamaban de forma hiperbólica aquello de "¡obra maestra!", los detractores enarbolaban ese resbaladizo adjetivo que suele sustituir a la reflexión más sofisticada y matizada: "¡fascista!". En defensa de estos últimos, cabe advertir que no es habitual encontrarse con un film bélico que renuncie a la comodidad del discurso didáctico.

En Vivir al límite, ningún personaje "explica" el trasfondo político de la invasión norteamericana a Irak, no se escuchan grandes parlamentos sobre el valor de la vida y ninguno de sus jóvenes protagonistas se "hace un hombre". La película se limita a retratar el día a día de tres soldados situados en el corazón de la contienda, una existencia suspendida al borde de la catástrofe y organizada como un ritual macabro y trepidante. Así, con su compromiso radical con una realidad particular (el guión del film está basado en las experiencias vividas en Irak por el periodista Mark Boal), Bigelow aspira a oxigenar el modo en que el cine de género se relaciona con la ideología y la filosofía: apelando a los componentes estratégicos, geométricos y físicos de la acción.

Vivir al límite acompaña a un grupo de expertos artificieros (desarmadores de bombas) destacados en Irak y asume el objetivo de retratar la guerra como adicción, como una droga que se asienta en el imaginario de sus participantes y los convierte en mercenarios de su propio deseo de acción adrenalínica. Para conseguirlo, Bigelow construye un sofisticado mecanismo de "repetición con variaciones" en el que, misión tras misión, los soldados se someten a la tensión de la inacción, a la espera del estallido final. No hay en la película rastro de intereses petrolíferos, ni armas de destrucción masiva, sólo tres hombres enfrentados a la única fuerza motora válida, útil, en el contexto de la batalla: la supervivencia.

A nivel dramático, el film recuerda intensamente a las películas bélicas de Samuel Fuller (Más allá de la gloria/The Big Red One, Cascos de acero/The Steel Helmet), mientras que la puesta en escena podría formularse como una suerte de Tony Scott vaciado de épica y de estallidos catárticos, o mejor aún, la trascripción bélica de lo conseguido por el gran Johnnie To en The Mission: una poética de la suspensión de la acción.

José Manuel López, en su crítica para Cahiers du Cinéma-España, también da en el clavo al relacionar el film con los westerns de Anthony Mann. La película roza la crisis cuando esgrime, de un modo un tanto explícito, los traumas de los personajes, pero resuelve la situación con ligereza e ingenio, sin énfasis ni exhibiciones dramáticas, como en el caso del soldado que lleva consigo una caja con aquellos objetos "que podrían haberlo matado" (detonadores de bombas y un anillo de boda). Puede argumentarse de muchas maneras, pero finalmente el objetivo de Bigelow resulta elemental: hacer buen cine de género, que no es poco.

(El presente texto es una extensión de lo escrito por el autor durante el Festival de Venecia 2008)


J.D. SALINGER (1919-2010)


Bárbara Celis la corresponsal en Nueva York del Diario EL PAÍS reporta el fallecimiento de J.D. Salinger, el afamado escritor norteamericano autor de "El guardián entre el centeno", ocurrido hoy a la edad de 91 años.
Salinger además de ser el autor de ése libro maldito, best seller absoluto desde hace cincuenta años, fue mentado por millones de adolescentes y jóvenes en todo el mundo por su aislamiento voluntario, sociópata, silencioso; manifiestamente contracultural y antistablishment; que funcionaba como una suerte de correlato de sus ficciones y un vehículo publicitario no buscado. J.D. Salinger ¿Un ermitaño divino? o ¿Un antisocial desgraciado?J.D. Salinger un escritor notable.  

Un personaje misterioso, esquivo con los medios de comunicación, del que apenas se conocen imágenes. Jerome David Salinger, autor de El guardián entre el centeno (1951), una novela que ha marcado a miles de jóvenes de todo el mundo, falleció ayer a los 91 años en New Hampshire (EE UU). El diario The New York Times, el primero en dar la noticia, lo califica de "recluso literario".

Escritor "de talento infinito", como le definió Ernest Hemingway tras conocerle en París durante la segunda guerra mundial, años antes de que publicara su obra magna, Salinger llevaba lejos de la vida pública prácticamente cinco décadas, cuando tras el inesperado éxito de El Guardián entre el centeno, convertido en best seller el mismo año de su publicación, 1951, decidió abandonar Nueva York e instalarse en el campo, en la misma casa en la que falleció. Se acercaba así al deseo del mordaz y afilado protagonista de su novela, Holden Caufield, quien en un pasaje del libro afirma: "me gustaría encontrar una cabaña en algún sitio y con el dinero que gane instalarme allí el resto de mi vida, lejos de cualquier conversación estúpida con la gente".

Aquel libro, del que se han vendido más de 60 millones de ejemplares en todo el mundo y del que aún se venden 250.000 cada año, estaba dirigido a los adultos pero su protagonista inmediatamente se convirtió en el antihéroe por excelencia de toda una generación, la de los adolescentes crecidos en plena guerra fría, que vieron en sus críticas feroces contra el mundo y la moral de los años cincuenta el reflejo de sus propias inquietudes y angustias. El enfrentamiento entre el mundo de los jóvenes y el de los adultos reflejaba también el deseo universal de no crecer, otra cara de uno de los muchos sueños americanos y que de alguna manera, se repite generación tras generación -de ahí su éxito universal-. La novela, en la que Holden Caufield rememora en primera persona desde un hospital psiquiátrico los días posteriores a su expulsión del colegio, se convirtió en novela de culto, algo que fue llevado al extremo por uno de sus máximos fans, Mark David Chapman, el hombre que asesinó a John Lennon en 1980. Chapman llegó a citar el libro del escritor como el lugar en el que encontrar la explicación a aquel acto.

Quizá parte de la fascinación que despierta El guardián... se deba también al halo de misterio que ha rodeado a su autor. Una de las pocas imágenes que de él se conservan lo muestran en actitud amenazante contra el fotógrafo. Huyó de los focos y del ruido mediático. Sólo concedió una entrevista, en 1974 a The New York Times y por vía telefónica, para defender su vida privada.

"Hay una paz maravillosa en no publicar. Es pacífico. Tranquilo. Publicar es una terrible invasión de mi vida privada. Me gusta escribir. Amo escribrir. Pero escribo sólo para mí mismo y para mi propio placer", dijo Salinger en aquella única entrevista.

Al igual que Holden, Salinger también fue un niño problemático que fue expulsado de diferentes escuelas. Nacido en Nueva York en 1919, comenzó a escribir en su adolescencia, a la luz de una linterna bajo las sábanas y durante los cuatro años que sirvió en el ejército durante la II Guerra Mundial, siempre llevó consigo una máquina de escribir. Pronto comenzó a buscar colaboraciones en diversas revistas y fue The New Yorker (su revista de referencia, que hoy publica en versión digital todas sus colaboraciones) la que identificó su talento y con la que firmó un contrato de casi exclusividad. Fue ahí donde pudieron leerse los primeros fragmentos de El guardián entre el centeno, aunque Holden Caulfield había visto la luz años antes en una historia titulada Last Day of the Last Furlough, publicada en 1944.

En la cima de su fama Salinger decidió apartarse del mundo. Se mudó a Cornish e hizo de su casa una suerte de fortaleza inexpugnable. Encontrarle se convirtió casi en deporte nacional entre la prensa, que se ha pasado especulando sobre él y su extraña vida desde entonces. Todavía tres obras suyas verían la luz: Franny and Zooey (Franny y Zooey), en 1961, Raise High the Roof Beam, Carpenters and Seymour: An Introduction, en 1963 (Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción) y, su última pieza publicada, Hapworth 16, 1924, un cuento corto que llenó las páginas de The New Yorker, en junio de 1965.

Contra las ediciones ilegales y contra lo que él consideraba invasiones a su intimidad, Salinger y sus abogados lanzaron numerosas querellas. La última, en julio de 2009, que prohíbe la publicación del libro de un autor sueco cuyo protagonista es un Holden Caulfield septuagenario.

En 2000 su hija, Margaret, publicó unas memorias tituladas Dream Catcher (El guardián de los sueños), que permitió a sus incondicionales descubrir algo más de la vida privada de Salinger: allí se retrata a un hombre que vivía en semirreclusión, consagrado a su obra y tiránico con sus familiares. Entregado primero al budismo, luego a la Cienciología y después a la Ciencia Cristiana: un enfermo que bebía su propia orina y estaba obsesionado con la religión. Margaret llega incluso a decir que abusó de su segunda mujer, Claire Douglas, a la que mantuvo como una "virtual prisionera".

MOON (Por Diego Batlle, Diario LA NACIÓN, Argentina)


MOON (2009) es el primer largo del director inglés Duncan Jones, quien por añadidura es hijo del cantante de rock David Bowie. 
Nuestro amigo Diego Batlle, crítico de cine del Diario LA NACIÓN de Argentina, la ha reseñado hace unos días a propósito de su lanzamiento oficial en DVD. Recomendamos ampliamente su visión

En la Luna (Moon)

Dirección: Duncan Jones
Editora: Sony


Escribe Diego Batlle.-

Esta opera prima de ciencia ficción financiada de manera independiente y con muy bajo presupuesto, fue concebida en la línea de los clásicos exponentes del género de los años ’60 y ’70 por un joven guionista y director británico llamado Duncan Jones, hijo de... el mítico David Bowie.

Ganadora de cuatro premios (película, guión, actor y diseño de producción) en el Festival de Sitges 2009 (principal muestra dedicada al cine de género) y de los galardones al mejor film y al mejor realizador debutante en los 12º British Independent Film Awards (BIFAs), además de nominada en múltiples categorías para la próxima entrega de los BAFTA (los Oscar ingleses), En la Luna figuró también en numerosas distinciones y top 10 de entidades de críticos a ambos márgenes del Atlántico.

El largometraje, visto aquí sólo en en un par de proyecciones del último Festival de Mar del Plata, tiene todos los elementos básicos del cine de ciencia ficción (astronautas, robots "con sentimientos", clones, implantes cerebrales que incorporan recuerdos), pero está lejos de ser un mero vehículo para el gran espectáculo y el bombardeo de CGI para convertirse en un film existencialista (con algo del Tarkovski de Solaris y de 2001, odisea del espacio) sustentado en el inmenso triple trabajo de Sam Rockwell, único actor en pantalla que interpreta a varios clones encerrados en una base lunar operada por una corporación que explota allí un mineral que se utiliza como fuente de energía.

En En la Luna, lo visual (que está muy logrado a pesar de un presupuesto limitado) está siempre al servicio de la historia y de las emociones, mientras Jones demuestra ser un gran narrador y, por lo tanto, que el talento puede ser hereditario y que ya es mucho más que "el hijo de". La edición local trae comentarios del director, un especial sobre el trabajo con los efectos visuales y un documental con el detrás de escena.

(Esta nota fue publicada en el Diario La Nación de Argentina del 9/1/2010)
 

martes, 26 de enero de 2010

LA LUCHA DE CLASES AL INTERIOR DE CADA TRABAJADOR


Hoy aparece en EL PAIS Digital una interesante entrevista al filósofo argelino Sidi Mohamed Barkat, connotado profesor universitario en La Sorbona, en París. Barkat enfoca los problemas de los trabajadores del siglo XXI con agudeza y amplio conocimiento de la filosofía, las ideologías políticas y la Historia Económica. Y prescindiendo de cualquier énfasis sindical, del discurso de autoayuda de los miles de gurús que caminan por el mundo y despojado de cualquier sesgo economicista, Barkat habla de una lucha de clases al interior del cuerpo y la psiquis del trabajador.

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El trabajador ha sido transformado en una especie de empleador de sí mismo. El sujeto emplea al cuerpo. La lucha de clases se ha trasladado al interior del individuo". La serie de suicidios ocurridos en Francia en los lugares de trabajo sería una de las consecuencias de esta nueva organización del trabajo. Ésta es la tesis que sostiene el filósofo Sidi Mohamed Barkat (Tlemcen, Argelia, 1948), profesor e investigador del Departamento de Ergonomía y Ecología Humana de la Universidad de la Sorbona, que ayer pronunció una conferencia en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona sobre El futuro del trabajo.

Barkat, que fue director del Colegio Internacional de Filosofía de París combina su condición de académico en la más pura tradición de la excelencia francesa, con sus orígenes argelinos, lo que le ha permitido investigar en el campo de las identidades de los individuos y hurgar sin trabas en la memoria de la colonización o el terror como arma política. Los franceses contra el terror de Estado. Argelia 1954-1962 y Les artifices du pouvoir colonial et la destruction de la vie (Éditions d'Amsterdam, 2005), son dos de sus obras más importantes. Actualmente estudia los cambios sustanciales que se están produciendo en la organización del trabajo y los conflictos que generan.

Pregunta. ¿El fordismo, la organización del trabajo surgida del sistema de producción en cadena creado por Henry Ford, ya no rige nuestras sociedades?
Respuesta. Los sindicatos se batían por reducir el número de horas y aumentar los salarios y, en menor medida, controlaban las condiciones de trabajo, pero no tocaban lo que pasaba dentro del trabajo. Un sistema que ha permitido el desarrollo de la sociedad de consumo, el crecimiento económico, pero que no ha tratado la cuestión de la existencia, de la respiración.

P. ¿Dónde respiraban?
R. Los trabajadores respiraban fuera del trabajo. Con el dinero se podía acceder al mundo, se podía entrar en una comunidad -la comunidad nacional-, un mundo -la civilización- y un espacio -el territorio del país-. Eran objetos de amor y conformaban la identidad.

P. Ahora ya no respiran...
R. La nueva organización del trabajo ha cambiado este relato y los suicidios son el grito desesperado de los trabajadores que sucumben. El Gobierno buscó una razón para los suicidios y los atribuyó a problemas personales. Para mí son un grito de revuelta ante una situación que nos desborda y de la que no podemos escapar; el suicidio abre una brecha para poder tomar el aire, es una cuchillada, como lo fue realmente en el caso de un trabajador de France Télécom que en medio de una reunión se clavó un cuchillo en el abdomen. El que se suicida nos convoca para ver lo que los demás no vemos. Nuestra civilización no es consciente de que está produciendo muertos vivientes, zombis.

P. ¿Se trata de una cuestión de productividad? ¿Cuál es el factor determinante de este cambio?
R. La evaluación individualizada de la productividad crea una división en el interior de la persona. El trabajador ha sido transformado en una especie de empleador de sí mismo. En algunos sectores, ciertamente, se le ha concedido un grado considerable de autonomía, e incluso se puede decir que es más libre. Pero lo que sucede es que una parte de sí mismo -el sujeto- va a emplear a la otra parte -el cuerpo- y le va a pedir una serie de cosas. Si los objetivos que se impone son muy elevados, el sujeto puede pedirle al cuerpo tal vez lo imposible y es así como el cuerpo va a trabajar, no sólo en la empresa, sino fuera de la empresa; por ejemplo, pidiendo al marido o a la esposa que le ayude; formándose a su propio coste. El trabajo ha desbordado completamente su esfera para invadir la esfera de lo privado. Incluso a los trabajadores se les regala material como ordenadores, teléfonos, etcétera.

P. ¿Para ayudarles a trabajar?
R. En realidad para ayudarles a transportar su trabajo fuera del espacio de su trabajo. Ahí es donde empieza el conflicto entre el sujeto que ordena y el cuerpo que obedece. El cuerpo pensante, que es flexible y ligero, no puede serlo más que manteniendo una cierta economía vital; si se le empuja demasiado lejos, es como una máquina a la que se le pide más de la cuenta y se rompe. En lugar de producir ligereza e invención produce pesadez

P. ¿De dónde viene esta contradicción?
R. De las nuevas técnicas de gestión empresarial. Se dijo que los trabajadores ya no tenían razones para sentirse enfrentados al capital; se dijo: hemos hecho del asalariado su propio patrón, ya no hay lucha de clases. Pero el capital -ahora en forma de capital financiero- y el trabajo siguen estando ahí y el conflicto se ha trasladado.

P. ¿Dónde se ha trasladado el conflicto?
R. Hemos trasladado el antagonismo social al interior del individuo. El conflicto social estaba regulado por las negociaciones entre la patronal y los sindicatos, por las reglamentaciones etcétera y por lo que antes definíamos como la comunidad nacional, la identidad..., pero ahora el conflicto está dentro del individuo, y este conflicto es el que lleva a explotar, el suicidio. Se puede hablar de acoso laboral, de jefes malvados, y es cierto, esto está ahí y hay que denunciarlo, pero no es eso lo que sucede dentro de este individuo que se suicida, no es el patrón, es él mismo. No hay manera de establecer una mediación entre uno y uno mismo.

P. ¿Cuál sería el sistema?
R. La cuestión fundamental es cómo se hace correr a la gente. Si usted sólo quiere simplemente trabajar, no le darán ese empleo. Por esto se busca sólo a jóvenes, a gente que cree en esa idea de que son ganadores y no perdedores y que están dispuestos a comprometerse en el éxito, que están por la acción; gente que quiere moverse... El movimiento es el elemento determinante. El segundo elemento es la polivalencia y la reestructuración, lo que supone sustituir la existencia. Pero esta misma regla permite que la empresa diga regularmente que no hacen suficiente. La gente corre para atrapar, no sólo el salario, no sólo el reconocimiento, corre por el simple hecho de correr. Cuando se corre se crea un hilo y si uno se para, el hilo se rompe. Correr es trazar una línea. Esta línea no existe. Sólo existe cuando se corre.

lunes, 25 de enero de 2010

TIM BURTON, PRESIDENTE DEL JURADO DEL FESTIVAL DE CANNES



http://www.elpais.com/
25.01.10

El cineasta estadounidense Tim Burton (Burbank, 1958) será el presidente del jurado del 63º Festival de Cannes. La noticia -confirmada ayer por el festival francés- se suma a la temporada alta que vive el director de Ed Wood: arrancó hace dos meses en Nueva York con la exposición que sobre su mundo imaginario dedica el MOMA, seguirá con el estreno el 5 de marzo en todo el mundo de su nuevo filme, Alicia en el país de las maravillas, y se cierra -de momento- con el honorable puesto de responsable y portavoz del jurado que decidirá -entre el 12 y el 23 del próximo mes de mayo- los premios del festival de cine más importante del mundo.

Los directivos de Cannes, que capitaneados por Gilles Jacob y Thierry Frémaux están ahora en plena vorágine para decidir la selección final de las películas que concursarán por lograr la próxima Palma de Oro, adelantaban ayer el primer gran nombre confirmado para la cita de este año. Burton asumirá un puesto que en los dos años anteriores ha estado en manos de la actriz francesa Isabelle Huppert (2009) y el actor estadounidense Sean Penn (2008). La Palma de Oro en ambos años ha sido para La cinta blanca, de Michael Haneke, y La clase, de Laurent Cantet.

Tim Burton llegará a Cannes con el eco de las sorpresas que deparará su Alicia en el país de las maravillas, filme en el que recrea ese extraño buque de símbolos, sueños y pesadillas infantiles que ideó Lewis Carroll para la niña Alice Liddell.

El director de Eduardo Manostijeras y Sleepy Hollow (que participó en 1994 en Cannes con Ed Wood) leyó por primera vez el libro de Carroll en el colegio, a los 10 años. Para su Alicia contará con su eterno actor de cabecera, Johnny Depp, y con su actual mujer, la actriz británica Helena Bonham Carter. Depp dará vida al Señor del Sombrero, mientras que Bonham Carter será la Reina de Corazones.

En una entrevista reciente el director explicaba su fascinación e intenciones con el célebre personaje. "Conozco todas las versiones de cine, que son muchas. Supongo que la primera que vi fue la de Disney, pero también hay una de imagen real hecha en los años treinta y varias adaptaciones para la televisión. Todas adolecen de lo mismo: les falta una conexión emocional. No son más que una sucesión de aventuras que le pasan a una niña solitaria que se encuentra todo tipo de personajes a cual más raro. Y en mi opinión Alicia refleja un concepto más universal, un viaje a nuestro subconsciente que todos hemos vivido y con el que me identifico".




domingo, 24 de enero de 2010

LA UNIVERSIDAD PERUANA EN CRISIS



Tener un título de pregrado o postgrado extendido por una Universidad peruana -en este momento- no es garantía de nada. Las universidades públicas y privadas gestionan la educación desde el rentismo, administrando la mediocridad y con cero promoción a la investigación científica y las humanidades. 
Si las cifras macroeconómicas indican que ya no somos un país pobre -sino uno emergente- entonces la educación universitaria debiera responder a esas circunstancias . Pero eso no ocurre en el Perú. 
De otro lado, los sectores medios y bajos viven en la creencia -errónea- que la Universidad es un pasaporte para un trabajo seguro y bien remunerado. Cuando la Universidad en realidad es mucho más que eso.
Y que bueno que Rocío Silva Santisteban, poeta y docente universitaria nos lo recuerde hoy, a través de este artículo ubicable en el Suplemento DOMINGO del Diario LA REPÚBLICA  http://www.larepublica.pe/

LA ESTANFLACIÓN DE LA UNIVERSIDAD PERUANA
Por Rocío Silva Santisteban.-

Cuando estudiaba mi pregrado en los años 80 también se hablaba de una crisis: pero era básicamente por el exceso de política en la universidad, por las arcas vacías de la misma, por la pobreza de los sueldos de los profesores y por la carencia de investigaciones. Pero éramos un país sitiado por el terror y la inflación: la universidad de alguna manera respondía a esta escasez y a esa violencia sobreviviendo como podía. Veinte años después somos un país que se vanagloria de haber crecido en medio de una crisis económica global, de tener un PBI bastante alto para la región y de ser uno de los más emprendedores. Sin embargo, la universidad no responde a las exigencias de calidad de un país así descrito: no hay investigación, las bibliotecas siguen siendo pésimas, los profesionales absolutamente tecnocratizados y la sensibilidad por el conocimiento totalmente adormilada.

Nos encontramos, pues, ante lo que podría llamarse una estanflación de la universidad peruana: sí, inflación del número de universidades pero estancamiento del conocimiento. Las universidades que han surgido no lo han hecho para responder a las necesidades del Perú y de su medio ambiente. No, en realidad, responden a ciertos temores atávicos por la pobreza y la creencia en la universidad como espacio de movilidad social y a la especulación de sus directivos: esa es la razón por la cual hay más facultades de Derecho que facultades de Ingeniería de Minas, por ejemplo.

Estancamiento con inflación, o más bien al revés, hartas universidades sin mayores logros educativos; crece el número pero en conjunto no son siquiera la sombra de la universidad peruana durante los años 50 y 60: ese es el escenario hoy en día, y es un escenario que a la clase política y a las élites intelectuales debería darles(nos) vergüenza. Deberíamos tener rosácea de tanta vergüenza.

Me parece que esta crisis de la universidad peruana responde al hecho de haberla banalizado pues se la ha formateado según las enseñanzas mal interpretadas del neoliberalismo: convertirlo todo en dinero. Es por eso mismo que muchas universidades se publicitan como espacios de “tránsito” del colegio a un puesto laboral. Pero la universidad es mucho más que eso.

Lamentablemente hoy en día, debido a la importancia de la tecnología, de la información y de la universidad como espacio de entrenamiento de tecnócratas, se está creando un nuevo tipo de mercancía: el saber-mercancía, un saber devenido en cosa que, de acuerdo con la teoría fetichista de la mercancía, encubre que su valor existe únicamente como producto social. Por eso mismo el escándalo de los privilegios del copyright, desde los países europeos, y desde nuestro tercermundismo, el escándalo de la piratería, las fotocopias y la ruptura con todo tipo de licencias. Lo que sucede es que hoy toda información o conocimiento convertido en mercancía produce rédito, y no necesariamente para su creador, sino al que permite que ese saber-mercancía se convierta en producto a ser comercializado.

¿Cómo combatir esta estanflación universitaria? Luchando por el acceso irrestricto al conocimiento y apostando por formar cerebros: seres humanos con niveles de abstracción, de análisis y de pensamiento crítico que nos permitan mirar al futuro más allá de la “exportación de minerales”.






CHILE, AFTERMATH



El politólogo peruano Alberto Adrianzén ensaya una lectura ex post y desde el socialismo sobre las elecciones presidenciales en Chile. Es a partir de las afinidades compartidas con el país del sur (en materia económica, de productividad, de gestión pública y de gobernabilidad) que el Perú ha seguido con mucho interés este proceso electoral. Y, por cierto, que la decisión soberana del pueblo chileno de elegir -el domingo pasado- con estrecho margen diferencial al empresario Sebastián Piñera como nuevo Presidente, abre una esperanza sobre el incremento de las complementariedades políticas, económicas y comerciales con el Perú.

CHILE: MÁS ALLÁ DE LA DERROTA
Por Alberto Adrianzén.-
http://www.larepublica.pe/

Hace unos días José Natanson del diario argentino Página 12, publicó un interesante artículo (18/1/10) sobre el triunfo de Sebastián Piñera en Chile. Natanson lo tituló el “Fin de una era”. Sin embargo cabe preguntarse qué debemos entender por ello. La idea de que Chile vivió de día hasta el último domingo y que hoy, luego del triunfo de la derecha, vivirá de noche, es un error.


También decir que la Concertación fracasó porque se quedó con el libreto neoliberal o porque tuvo un mal candidato o porque 20 años de gobierno desgasta o porque estaba dividida.

Probablemente todo ello, más otros factores, expliquen su derrota electoral, pero no lo que Natanson llama “el fin de una era”. Y si bien el triunfo de Piñera fue realmente ajustadísimo, lo que refleja la fuerza de la Concertación, sería bueno preguntarnos también por qué pese a los logros económicos y sociales, muchos de ellos espectaculares, Chile ha optado por una derecha que radicalizará el modelo neoliberal (ya se habla de eliminar el salario mínimo y flexibilizar aún más el mercado laboral) y que aliente el regreso del pinochetismo.

Por eso la teoría del desgaste o del mal candidato para explicar esta derrota es insuficiente. Es cierto que 20 años en el gobierno desgastan, pero como me dice un amigo chileno y socialista, en un correo reciente, “el desgaste lleva a la ausencia de ideas, el dejar hacer (característica especial de este gobierno), carencia de responsabilidad social ... y así se acumulan las deficiencias; de las cuales hay muchos ejemplos: huelga de los profes, mala calidad de la educación, serias deficiencias en la gestión de salud, falta de preocupación por los sectores medios ... etc”.

Como señala Natanson, el triunfo de Piñera y el inicio de una “nueva era”, tiene como causas principales las económicas-sociales, en particular la relación entre inequidad y política económica, lo que se expresa en una persistente y gran desigualdad, importa decir además, es que esa desigualdad “no es el resultado de una desviación susceptible de ser corregida mediante políticas específicas, sino parte esencial de un diseño que la Concertación no ha querido o no ha sabido o no podido modificar”. En este caso, la desigualdad es una opción.

Todo ello nos debería llevar a preguntarnos si basta con administrar el consenso pinochetista (también se puede decir neoliberal o capitalista), incluso con cambios y logros sociales importantes, para mantener la hegemonía de las fuerzas progresistas.

Por eso creo que la derrota de la Concertación y principalmente del socialismo chileno, se fundamenta en que no pudo cambiar el gran consenso pinochetista que es económico, pero sobre todo cultural y político y producir más igualdad. Carencias que se resumen en las siguientes palabras de este amigo chileno: “respecto al socialismo ... eso en este país no es tema”. En realidad, los socialistas chilenos no encontraron (sé que es muy difícil hacerlo) una manera de gobernar realista pero “socialistamente” el país.

Algunos dirán que esta frase es fácil decirla y difícil hacerla, pero ello no anula dicha problemática. Más aún cuando algunos socialistas chilenos pasaron de administrar el gobierno a administrar grandes empresas y, hasta incluso, a ejercer un abierto lobbismo empresarial. Es decir, a sumarse a determinados grupos sociales a los que decían combatir. Ese desplazamiento, más la falta de un debate sobre el socialismo (más allá que esto suene poco político y nada realista), y gestionar, es cierto eficientemente, un modelo que no era suyo, terminaron por desdibujar la identidad socialista y convertir a las elecciones en una disputa casi entre iguales y alejar a sus electores. Por eso el fin de una era no se vincula solamente al fin de la hegemonía de la Concertación sino también a un tipo de socialismo que cree que en la administración del consenso capitalista y en compartir los mismos espacios con los grupos privilegiados que dice criticar, está su futuro.

(*) albertoadrianzen.lamula.pe


NOVEDADES DESDE ALFA CENTAURO, PANDORA



El internacionalista Isaac Biggio comenta hoy en el Diario CORREO de Lima, las posibilidades reales de vida en la constelación Alfa Centauro, la más próxima a la Vía Láctea, de acuerdo a las condiciones terrícolas.
Esto a propósito del fime AVATAR de James Cameron, actualmente en cartelera.

Alfa Centauro

Por Isaac Biggio.-
http://www.correoperu.com.pe/

Este es nuestro primer vecino dentro de nuestra galaxia (la Vía Láctea). La discusión sobre su naturaleza y su futura colonización viene siendo reactivada gracias al lanzamiento del filme más costoso de todos los tiempos (Avatar).

Esta película parte de varias premisas correctas: que éste podría ser el primer lugar donde nuestra especie encuentre nuevas formas superiores de vida extraterrestre; que éstas deberían encontrarse en mundos que estén a una distancia de su estrella similar a la que la Tierra tiene respecto al Sol; y que un satélite que orbite a un coloso de gas tipo Júpiter (como es supuestamente Pandora, la luna donde Avatar dice que hay selvas y humanoides nativos) podría tener en relación con la Tierra un mayor vulcanismo, una atmósfera con más carbono y una gravedad inferior.



Alfa Centauro se distingue de nuestro sistema unisolar en que tiene 3 soles que giran entre sí. Alfa Centauro A es amarilla como nuestra estrella (pero 10% a 20% más grande). La B es un sol anaranjado, 10% a 15% más chico que el nuestro. La C es una enana roja, 5 veces inferior a nuestro astro.

Clima tropical y vida avanzada podría hallarse teóricamente en mundos que estén a una distancia de Alfa Centauro A o B que sea parecida a la que nosotros guardamos ante nuestro astro. Sin embargo, los astrónomos no han encontrado aún ningún planeta en torno a los 3 soles de Alfa Centauro, pese a que han descubierto más de 420 en sistemas estelares mucho más distantes.

Esto disminuye las posibilidades de que allí pudiese existir un gigante de gas (que son más fáciles de descubrir) y por ende de una luna tipo Pandora, y, más bien, hace más probable que de haber vida superior allí ésta se daría en un planeta chico similar al nuestro (el cual es hoy difícil de detectar).


sábado, 23 de enero de 2010

LITERATURA Y CINE: EL CASO GUY DE MAUPASSANT



David Trueba, escritor y cineasta (La buena estrella, Soldados de SalaminaRafael Azcona, oficio de guionista), hermano menor del director Fernando Trueba, tiene una columna en el Suplemento BABEL del Diario EL PAÍS de España, de título La Ventanilla. Hoy comenta los vinculos y especificidades de la literatura y el cine a partir de la obra paradigmática y excepcional de Guy de Maupassant, el gran escritor francés de fines de siglo XIX, adaptado centenas de veces por el cine.

LOS REINOS DE LA IMAGINACION

Por David Trueba.- 23.01.10

Las relaciones entre cine y literatura sólo se resuelven satisfactoriamente cuando ambas partes tienen algo que aportar. Y lo más difícil es producir carne y hueso, que al fin y al cabo son la única verdad. El ejemplo de los cuentos de Maupassant es bastante esclarecedor. Hay pocos escritores más adaptados al cine

Las relaciones entre cine y literatura dan para tantos seminarios y conferencias, que ya han nacido niños concebidos en congresos sobre el tema. Cuando sean mayores y les pregunten, podrán decir: yo nací gracias a un curso de verano sobre la adaptación cinematográfica. El supuesto enigma se resolvería con bastante facilidad si alguien aceptara, aunque fuera a regañadientes, que el cine es sencillamente una forma de literatura, otra, como lo es el teatro o la poesía con respecto a la novela. O también se zanjarían muchas trifulcas si se recordara lo que André Bazin escribió en 1951: "Es absurdo indignarse ante las degradaciones sufridas por las obras maestras literarias en su paso a la pantalla, al menos en nombre de la literatura, porque todo estudio demuestra que la adaptación, por mala que sea, siempre aumenta las ventas de la obra original; así que la pureza literaria no tiene nada que perder en la aventura". Claro que no siempre la pureza literaria es una virtud al alcance de todos aquellos que la reclaman para sí. Y a veces asistimos a querellas por estas causas más propias de programas del corazón que de la inteligencia.


Quizá el equívoco original resida en negarse a ver que toda película es una adaptación. Cualquier material sometido a los rigores de una filmación ha de ser necesariamente adaptado. Ya puede tratarse de una noticia del periódico, de un suceso personal, de un recuerdo de infancia, de una visión surrealista o de una nota de suicidio, cualquier material sufre un proceso de adaptación para ser llevado ante el espectador. También ante el lector y ante el observador de un cuadro, y sin embargo nadie habla de la literatura adaptada o de la pintura basada en adaptaciones. Pero nada más lejos de mi intención que quitarle las ganas a alguien de organizar un curso de verano sobre el tema e impedir que una catedrática encuentre el amor verdadero entre los brazos de algún alumno aplicado o viceversa.

El ejemplo de los cuentos de Maupassant es bastante esclarecedor. Hay pocos escritores más adaptados al cine. Él tuvo además la buena educación de morirse un año antes de que se patentara el cinematógrafo, con lo cual se evitó la mala sangre. Sería enorme la lista de películas que tienen su origen en la letra de este cuentista inabarcable. Incluso aquellas sobre las que nunca hay acuerdo acerca de si nacen con certificado de Maupassant o son hijos ilegítimos como La diligencia, de John Ford, que para algunos, incluido él, toma el aliento de Bola de sebo, quizá el más conocido cuento del francés. O hasta La gran guerra, obra maestra de Monicelli, que guarda detalles esenciales del relato Dos amigos. Por no hablar de La mujer del puerto, de Arturo Ripstein, donde el guión de Paz Alicia Garciadiego tira del hilo del breve cuento El puerto.



Pero quizá las dos películas más fieles a la letra del universo de Maupassant y más enormes cinematográficamente sean Partie de campagne, de Jean Renoir, y Le plaisir, de Max Ophuls. La primera toma desde el título el impulso de un cuento magistral sobre una madre y una hija que pasan una tarde en el campo acompañadas por el marido y el pretendiente de la joven, torpes aficionados a la pesca. Allí son seducidas por dos hombres, o, mejor dicho, se dejan felizmente pescar por el anzuelo de dos hombres tras un paseo en barquita.

La película de Ophuls lleva a imágenes tres cuentos del autor, enlazados por un tema común: los placeres de la carne. Pero la verdad es que arrastrando ese tema uno podría llevarse toda la obra literaria de Maupassant y hasta seguramente su entera peripecia vital, tempranamente boicoteada por la enfermedad. En el primero de los cuentos, La casa Tellier, Maupassant nos cuenta la tragedia de un pueblito portuario que encuentra una noche de domingo cerrado el prostíbulo local y sólo tras las pesquisas descubre que la regente y sus muchachas se han ido a la comunión de una sobrina. Nada más hermoso que el sagrado momento de la primera comunión vivido a través de los ojos de las putas emocionadas.

Ahí están las películas y los cuentos para cualquiera que quiera dejarse de ideas adquiridas y prefiera poner un poco de placer a las relaciones entre cine y literatura. Relación erótica que sólo se resuelve satisfactoriamente, como cualquier encuentro sexual, cuando ambas partes tienen algo que aportar. Ophuls y Renoir podían hablarle a Maupassant mirándole a los ojos, su dominio del lenguaje cinematográfico y su conocimiento del alma humana iban parejos a los del creador literario. No es lo habitual, y seguramente en esa desigualdad reside la frustración recurrente de muchos lectores espectadores.




Maupassant es un escritor trasladable al cine no porque proponga tramas sorprendentes o sucesos muy cinematográficos, sino porque habla de la materia viva. El cine no puede eludir su dependencia de lo palpable. Por eso son mejores sus proyectos que sus películas rodadas. El cine muestra una cara y una calle, una pared y un colchón, y todo su poder de sugerencia no parte de la abstracción, sino de todo lo contrario: lo corpóreo. Puede que fabrique sueños, pero lo hace con los ojos abiertos. Es como un edificio construido frente a los planos del arquitecto. Ladrillo frente a imaginación. Carne frente a deseo. También los narradores más perdurables han fabricado sus cuentos con materia viva, donde las huellas se asientan sobre tierra firme, donde los personajes respiran, transpiran, gozan y sufren. Porque lo más difícil de los reinos de la imaginación es producir carne y hueso, que al fin y al cabo son la única verdad. En Maupassant, las mujeres y los hombres se desean, se besan, se acosan, se traicionan, se dejan llevar, vencer, tumbar. Las mujeres recatadas esconden una puta dentro, y las putas, todas ellas, una dama honorable. Los hombres son tercos, frágiles, maleables, y las reputaciones, un engaño público. Los cuentos de Maupassant respiran por entre las grietas de la narración, los personajes no se dejan ceñir a las seis o siete páginas. Uno sigue leyendo tantos años después Ese cerdo de Morin no con una media sonrisa satisfecha, sino con la sonrisa entera. La mitad, por lo que se cuenta allí; la otra mitad, por lo que se vive al lado de acá de la página.



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